El que está forzando la máquina y tensando la cuerda para salir del
Unicaja es Augusto César Lima. Sabe que no jugará en el equipo malagueño
la próxima temporada, porque su plaza ha sido ocupada ya, y su club lo
quiere ceder. Sin embargo, tanto él como su agente lo que buscan es la
carta de libertad, llevarse un dinero por no cumplir el contrato firmado
con el Unicaja y luego negociar con otra entidad, más que
previsiblemente la murciana. Club y jugador están condenados a
entenderse, aunque sea más tarde que pronto, ya que el brasileño sabe
que una temporada en blanco pondría su caché por los suelos y el Unicaja
es consciente de que no puede pagar 300.000 euros por un hombre que no
va a jugar. El UCAM estará al acecho para cuando reine la cordura.Fuente: La Verdad
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