Ahora, con Julio Velázquez y sus nuevos compañeros, está dispuesto a empujar desde el terreno de juego o el banquillo.
-¿Pensaba que el equipo jugaría la próxima campaña en Segunda División B?
-Aquí estábamos como en una burbuja, entrenando y pensando en el día a día. No hablábamos del tema. Pensábamos que estábamos en Segunda. Me quedo con las cosas positivas, el día de Las Palmas fue una gran alegría, semanas antes estábamos muertos. Si no lo hubiéramos celebrado ese día, ahora no lo celebraríamos. Tuvimos un día alegre, fue un partido que pasará a la historia y será un recuerdo bonito que no olvidaremos.
-¿Porqué se ha convertido Acciari en un ídolo para los aficionados del Real Murcia?
-Siento que soy una persona simple, cercana, que me entrego por completo al equipo. Tanto dentro como fuera. Y no me importa decir en todos lados que el Real Murcia es mi club. Tengo una forma de jugar y de ser muy parecida a los aficionados.
-¿Temió que Samper no pagara a los jugadores?
-Confío mucho en Jesús Samper. Lo conozco desde 2001 y siempre cumplió con los jugadores. No me pasaba por la cabeza. Sabía que se iba a solucionar, a pesar de que la situación del país no es fácil. Ahora no existen los ingresos de otros años. La situación afecta a todos y es importante que lo valoremos.
-¿Y ahora qué, nuevo equipo con Julio Velázquez de entrenador?
-Se está formando un grupo. El entrenador tiene ideas nuevas, mucha ilusión y muchas ganas. Transmite hambre y nosotros lo percibimos. El entrenador quiere que haya competitividad interna y que juegue el que mejor esté. Eso me da tranquilidad. Jugará el mejor, ya tenga 17 años o 38. Yo lo veo como capitán del barco. Tenemos que tratar rápido los conceptos.
-Pero de momento rodeado de muchos jugadores de la cantera, de jóvenes que quieren ser futbolistas, ¿Se acuerda de sus inicios viéndolos a ellos?
-Yo sabía que quería ser futbolista profesional. Mordía en cuanto me daban un minuto. Los jóvenes tienen la oportunidad de demostrárselo al entrenador. Los está viendo. En cada oportunidad se deben comer el césped. Y más con un entrenador como Julio Velázquez, que les está haciendo hueco y les está teniendo en cuenta.
-¿Tiene buena pinta el grupo que se está formando? ¿Se podrían repetir los casos de indisciplina de la pasada campaña? El 'Chuti' y Velázquez dicen que están estudiando el perfil de los futbolistas.
-Es importantísimo. Estoy convencido de que los éxitos empiezan con buenos grupos. Se puede tener más o menos calidad, pero si el grupo es sólido, está unido y es profesional tapa las carencias que pueda haber y se transforma en un equipo muy duro con el que se pueden conseguir cosas. Me parece lo mejor que se mire el apartado futbolístico con gente honrada y profesional. Con ese tipo de jugadores se puede aspirar a cualquier cosa. Confío en los hombres y no en los nombres. Con solo nombres, el terreno de juego no te da nada. Hay que currar, trabajar y ganar los partidos trabajando más que el rival. Es clave para que funcione un equipo.
-¿Recuerda el año del ascenso con David Vidal? El Real Murcia llegaba de salvarse por los pelos y apenas se reforzó y jugó bien al fútbol.
-No éramos favoritos. Todo lo contrario. Queríamos pasar un año tranquilo y pasó lo que pasó. Fue una temporada increíble. Me gusta que al Real Murcia nadie lo tome en cuenta este año.
-¿Hay Acciari para rato? ¿No se cansa de jugar al fútbol?
-Ahora disfruto de cada entrenamiento, de cada partido. Sigo teniendo el cosquilleo en la barriga antes de que el entrenador haga pública la alineación. Estoy centrado en el apartado futbolístico. Me esfuerzo para tener una buena puesta a punto y mi cabeza es todavía la de un jugador de fútbol.
-¿Porqué se siente tan identificado con el Real Murcia y con la ciudad?
-A la gente le estoy agradecido por cómo me han tratado todos estos años en Murcia. Han hecho que esta ciudad sea mi casa. Lo único que puedo hacer cuando juego, ya sea un minuto o noventa, es dejarme la piel por este club. Quizás por eso la gente se siente identificada con mi manera de jugar. Para mí Murcia y el Real murcia lo son todo. Este equipo y esta ciudad me dieron mucho. A nivel profesional, el Real Murcia me trajo a Europa. En el personal, en Murcia pude formar una familia y tener dos hijos, que son murcianos. Pero sobre todo me siento parte de esta institución histórica. Viví momentos muy bonitos y algunos tristes, como cuando estuve lesionado nueve meses y me tuve que ir a Córdoba.
La lesión a la que se refiere Acciari fue la que sufrió en la rodilla en la temporada 2006-2007, en un partido frente al Ciudad de Murcia.
Fuente: La Verdad
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