sábado, 20 de julio de 2013

Treinta denuncias ponen a temblar a Jesús Samper

El Real Murcia está en una situación crítica y dependerá del bolsillo de Jesús Samper para seguir con vida en el fútbol profesional. Y es que después del pasado 5 de julio, último día del que disponían los jugadores de Segunda y Primera para denunciar a sus equipos en caso de impago, el propietario del Murcia se encontró encima de su mesa con treinta denuncias de jugadores que vistieron la elástica grana en las últimas tres temporadas y a los que el club grana les debe dinero. Desde que el Real Murcia conoció, a través de la Comisión Mixta de la AFE, el número de denuncias, está trabajando para pagar antes del día 31 de este mes o, en su defecto, para llegar a acuerdos con algunos de los jugadores que denunciaron con el fin de evitar el descenso a Segunda B.

Samper solo se llevó una sorpresa relativa, ya que al empresario madrileño muchos de los jugadores le anunciaron de forma extraoficial cuáles eran sus intenciones. Si muchos de ellos no hubieran denunciado en las fechas previstas, hubieran perdido la posibilidad de agarrarse al fondo de garantía salarial del que dispone la Asociación de Futbolistas Profesionales para recompensar a los jugadores de fútbol afiliados al sindicato que finalmente se quedan sin cobrar.

Entre los futbolistas que arrastraban cinco meses sin cobrar de esta temporada y los que aceptaron aplazar pagos de temporadas anteriores, Samper ha marcado un nuevo récord en la historia del club grana en cuanto a número de denuncias se refiere.

Mientras tanto, Javier Tebas y la Liga de Fútbol Profesional, sin hacer ruido, miran de reojo los movimientos del propietario del Real Murcia y esperan a ver cómo se resuelve el futuro económico del equipo grana antes de confirmarlo como nuevo equipo de Segunda o no. Y es que para el nuevo presidente de la Liga y azote de Samper por el caso del laudo arbitral del G-30 que condenó al Real Murcia, es preferible que no se conozca cúal será el 'equipo 22' de Segunda la próxima campaña hasta el próximo 2 de agosto, que anunciar que será el Real Murcia antes de esa fecha para luego, en caso de no hacer Samper frente a sus obligaciones contractuales, volver a descenderlo por impago.

Ante este panorama, los tiempos parecen especialmente programados para que nadie quede en ridículo. El Real Murcia y Jesús Samper tendrán hasta el 31 de julio para abonar las denuncias de los jugadores grana, o en su caso, presentar los acuerdos con los jugadores que accedieron a aplazar, sobre todo los de esta temporada. Si cumple con todas sus obligaciones, el día 2 de agosto el Real Murcia aparecerá en todos los papeles oficiales de la Liga como equipo de Segunda.

Pero si el Real Murcia no cumple, el turno le pasará al Racing de Santander, que parece que tiene los mismos o más problemas para subsistir que el equipo grana. Si murcianos y santanderinos no cumplen, será el Huesca el que tendrá la oportunidad de agarrase de nuevo al fútbol profesional. O quién sabe si la Liga readmitirá al Guadalajara, un club saneado y sin deudas. Pero, de momento, Samper es el que parte con ventaja, siempre que cumpla, claro, con las obligaciones contractuales a las que se obligó cuando firmó a cualquiera de los jugadores que lo han denunciado esta campaña.

«No tengo más remedio»
El caso es que Jesús Samper tiene hasta el 31 de julio para depositar en la AFE el dinero de las denuncias de los jugadores que no están dispuestos a negociar y que, tras denunciar anteriormente, han decidido no darle más crédito al equipo grana. Al mismo tiempo podrá presentar los acuerdos a los que haya llegado con jugadores para que éstos reciban sus emolumentos a lo largo de la próxima temporada. A la hora de negociar habrá jugadores que lo pongan más difícil que otros: «No tengo más remedio que denunciar. Desde el pasado mes de diciembre no me han pagado nada y no he tenido más remedio que llegar a esta situación. Ahora no acepto que me llamen para aplazar el pago, llevan seis meses sin pagarme y me podían haber llamado hace tres. Tengo que hacerlo, si no, pierdo la garantía», asegura Oriol Lozano, que militó en el equipo grana en la campaña 2011-2012 y al que el club le rescindió el contrato cuando aún le quedaba un año.

Y es que si la deuda es anterior a esta temporada que acaba de finalizar, los jugadores no tienen más remedio que denunciar para no perder la garantía de la AFE. Rubén Párraga también está en la misma situación, al igual que otros jugadores que estuvieron con Iñaki Alonso en Segunda la campaña 2011-12: «No he tenido más remedio que hacerlo, no es agradable pero es la única manera de protegernos. Yo intenté ponerme en contacto con ellos, no me hicieron caso y ahora no quiero que me llamen. Quiero que me paguen antes del 31», dice Oriol.

Y hay muchos más jugadores que han denunciado, pero no quieren que aparezca su nombre públicamente: «Confío plenamente en Jesús Samper, sé que al final pagará, pero no tenemos más remedio que protegernos», asegura uno de ellos. Otro de los denunciantes, que prefiere no salir del anonimato, achaca a la personalidad de los dueños del club el que le hayan caído tantas denuncias de jugadores que han militado en el Real Murcia en las tres últimas temporadas. «La posibilidad de descenso a Segunda B, el riesgo de desaparición e incluso los rumores de venta hacen que los jugadores se pongan nerviosos y se quieran asegurar el cobro. Es lícito. Además, la forma de proceder de los dueños y no tener un trato cercano hace que no podamos confiar demasiado en ellos», afirma.

Jesús Samper está intentando que la cantidad que tiene que desembolsar antes del 31 de julio no sea muy superior al millón de euros (en principio llega casi al millón y medio) y por eso ofrece a algunos jugadores la posibilidad de cobrar ya un 50% de la deuda o aplazar los pagos.

Fuente: La Verdad

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