
Aunque la cantidad a recibir sea menor que la inicial, el Murcia va a recurrir esta sentencia al defender que el entrenador fue el primero que firmó y consintió el contrato con todas sus cláusulas. Aquí, según distintas versiones, ha quedado también al descubierto la poca habilidad del abogado de la entidad en este caso. Y es que en lugar del consejero Guillermo Martínez Abarca, quien suele defender al club en este tipo de casos, se presentó su hijo, quien no ha sabido dar validez a una cláusula firmada del puño y letra del propio Gustavo Siviero.
Fuente: La Opinión
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