miércoles, 17 de julio de 2013

Siete años más tarde, 400.000 euros menos

El Real Murcia ha pasado de nadar en la abundancia a mirar con lupa cada euro que gasta. Y en apenas solo siete años. Porque el equipo de Jesús Samper desprendía poderío económico por los cuatro costados y se permitía 'champán y caviar' con pretemporadas de lujo en el levante español o en la costa malagueña, pagando al mismo tiempo sueldos millonarios, salarios que ni siquiera se pagan ya en Primera División. Incluso hace solo seis años, viajó a jugar partidos amistosos al norte de Europa. Con un solo sueldo de algún entrenador o jugador de la 'época loca' de Samper, el 'Chuti' Molina podría asegurarse ahora la mitad de la columna vertebral de un equipo de garantías para la próxima campaña, en la que se ha impuesto un tope salarial para jugadores como Tete, que no llega a los 100.000 euros. Era otro Real Murcia.

Y es que solo basta recordar nóminas anuales que rondaban los 400.000 euros de la campaña 2006-2007 de jugadores como Bruno Herrero, Antoñito, Paco Peña o Marañón, cantidades que incluso el Real Murcia siguió pagando en la campaña 2008-2009, tras regresar de Primera a Segunda con Clemente, que configuró otro proyecto perdedor con nombres como Marcinho Guerreiro o Despotovic, que también se acercaban al medio millón de euros de ficha. En esa plantilla, además, militaban jugadores como Movilla (estuvo apartado hasta que llegó Campos), Álvaro Mejía o Kabous, con fichas de Primera que en algunos casos superaron los 700.000 euros al año.

En la siguiente campaña, la 2009-2010, la que arrancó con Campos en el banquillo, las nóminas se redujeron y jugadores como Mario Rosas, Natalio, Capdevila e Iñaki Bea, entre otros, rondaron los 300.000 euros de sueldo por cada temporada.

En lo referente al banquillo, la reducción de salarios ha sido abismal en los últimos siete años, en los que el Real Murcia ha pasado de pagar más de 500.000 euros en la temporada 2006-2007 a Lucas Alcaraz, a los apenas 100.000 euros que cobrará Julio Velázquez esta campaña, o los 10.000 euros al mes que cobró Siviero en el pasado ejercicio, técnico que ha acabado pleiteando con el club por su despido.

Alcaraz dobló su sueldo con el ascenso a Primera obtenido en Ponferrada y en la campaña 2007-2008 pasó a cobrar por encima del millón de euros. Entretanto, el registro más escandaloso lo tiene Javier Clemente, que arrancó la campaña 2008-2009, tras contribuir al descenso del Real Murcia, con un sueldo por encima de los 700.000 euros, muy lejanos a los 150.000 euros que cobró José Miguel Campos en la campaña siguiente tras enmendar meses antes el error del técnico vasco. Hoy el Real Murcia es un equipo de carne y hueso, que pagará sueldos a la altura de conjuntos como la Ponferradina, Mirandés, Lugo o Numancia, que nunca tiraron la casa por la ventana, como hizo antaño Jesús Samper.

Pero además, el Real Murcia contaba con un organigrama técnico más amplio que el de algunos equipos de Primera en la actualidad. Y es que en la campaña 2006-2007 y en las sucesivas, García Franco era el director deportivo, Luis Casas el secretario técnico, Gregorio Mármol elaboraba informes de los rivales, Paco Zaragoza era el encargado del fútbol internacional, y Carrero y Quirantes los que trabajaban supervisando la Segunda B.

El Real Murcia podía permitirse el lujo por aquellos días de mandar emisarios a Argentina, Brasil, Bélgica y Holanda, entre otros países. Para el fichaje de Noel Williams, delantero que llegó al Real Murcia en el mercado de invierno de la campaña 2006-2007, varios técnicos grana viajaron a Inglaterra para seguir sus evoluciones. Incluso el Imperial, de Segunda B, contó con presupuestos cercanos a los 600.000 euros con jugadores como Pico o Matías Alonso, con sueldos cercanos a los 50.000 euros. A día de hoy, y tras la marcha de Luis Casas al Elche para realizar informes de equipos y de jugadores, el 'Chuti' Molina se ha quedado solo, trabajando para el Real Murcia por los campos de Segunda B y Segunda, en los que tendrá que espiar a los rivales y a futuros fichajes del equipo grana.

'Los 14 de Velázquez'
Cobatillas albergó ayer el segundo entrenamiento del equipo grana, aunque sin caras nuevas. Julio Velázquez contó con los jugadores que parten como fijos para la próxima campaña (Óscar, Eddy, Albiol, Molinero, Kike, Tete y Fernando), Acciari, que aún no ha renovado, y los canteranos Guirao, Juando, Simón, Samuel, Omar y Saura. Ayer, 'los catorce de Velázquez' afrontaron los primeros treinta minutos en el gimnasio. Después, en el campo auxiliar de Cobatillas, Velázquez apostó por ejercicios con balón, además de pequeños partidillos de más de una hora de duración.

Una imagen, la de un grupo tan reducido, que es atípica: «No recuerdo una pretemporada con tan pocos compañeros, aunque en los últimos años los equipos están tardando en hacer las plantillas por el apartado económico. Antiguamente empezabas con treinta compañeros, de los que muchos tenían que buscarse equipo. Lo bueno de la situación actual es que puedes elegir en el mercado lo que necesitas con claridad, todo tiene un lado positivo», afirma Óscar Sánchez, uno de los supervivientes del pasado año. Para el jugador murciano ha sido uno de los veranos más extraños de su carrera: «Estás pendiente todo el verano de lo que va a pasar. Al acabar frente a Las Palmas pensábamos que estaba todo hecho. Pero después aparecen informaciones que hacen alternar los días de euforia con días de incertidumbre en los que piensas que estás en Segunda B. Yo pienso que estoy en Segunda».

La imagen del día se produjo ayer al final del entrenamiento, cuando Velázquez departió sobre el césped durante más de quince minutos con Eddy de forma informal. Hoy se celebrará una sesión doble.

Fuente: La Verdad

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