
Hasta el momento sólo hay una excepción y se trata de Toribio. El mediocentro, que llegó en el mercado de invierno del pasado curso y fue uno de los ocho jugadores que vio cómo se extinguía su contrato tras el descenso deportivo del equipo, sí que ha firmado un documento por dos cursos, aunque la fiabilidad de este jugador supera en primera instancia a la de los recién llegados, quienes también tendrán tiempo para demostrar su valía. Toribio seguirá de grana dos cursos, pero parece ser que la nota predominante será la de compromisos por un año con opción a todo lo que se quiera siempre que el rendimiento deje satisfecho a los dirigentes deportivos y a los responsables de la entidad.
Esta semana hay dos caras concretamente que se espera que en cualquier momento puedan aparecer por Cobatillas para empezar a entrenar con el equipo. Son los casos del delantero Saúl Berjón y del centrocampista Emilio Sánchez, dos jugadores que también vieron roto su contrato por el descenso, pero que tienen hueco en el equipo, porque tanto el entrenador como la secretaría técnica cuenta con ellos, seguramente, como jugadores importantes.
Y ya con siete u ocho jugadores del primer equipo, el miércoles llegará el primer partido amistoso de la pretemporada. Será a las nueve de la noche en Los Arcos contra el Orihuela de Segunda B, cita donde se podrá comenzar a ver al equipo de Julio Velázquez. No tardará mucho hasta que llegue el siguiente bolo veraniego, ya que el sábado toca jugar a la misma hora, pero en Albacete, en el Carlos Belmonte, contra otro rival de categoría inferior.
El objetivo prioritario es cerrar la plantilla cuanto antes para que el entrenador comience a darle su enfoque particular al equipo y que los aficionados puedan ver una apuesta más o menos personal de Julio Velázquez en la medida de lo posible.
Fuente: La Opinión
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