
En el partido contra la Ponferradina Onésimo hizo un tercer cambio muy polémico y discutido. Sacó a Tagliafico y dio entrada a Jorge en la defensa, cuando el equipo necesitaba a Cristian en busca del gol.
El entrenador explicó en la sala de prensa que Tagliafico le había dicho que estaba muy nervioso, que el árbitro le había dicho que lo iba a echar y que le pidió con urgencia que lo sustituyera, lo que trastocó sus planes y no pudo dar entrada a Cristian.
Estas declaraciones dejaron con la boca abierta a todos los que estaban en la sala de prensa ya que es difícil o imposible encontrar un caso parecido en el que un jugador profesional se ponga nervioso y no quiera seguir jugando.
Ayer, tras el entrenamiento, fue el turno de Tagliafico, el argentino de 20 años, que juega cedido por el Banfield. No ve las cosas igual. Explicó que «en el segundo tiempo, cuando íbamos a entrar, el 'réferi' -Tagliafico se refiere al árbitro- me agarra afuera, me advierte de que tenga cuidado porque estaba con una amarilla y al más mínimo roce me va a expulsar. Entro al campo y en dos jugadas me 'cobra' -señala falta-, la verdad es que inexistentes, para mí me tenía en el punto. En la última jugada, donde yo me cruzo con el delantero, me mira, pero no me pita. Sabía que tarde o temprano me iba a expulsar. Ahí le digo al míster que me cambie, pero por el bien del equipo. Si sigo jugando sería un tonto por dejar al Murcia con diez».
Sobre las declaraciones de Onésimo comentó que «quizá como el cambio fue apresurado, el míster pensó que estaba nervioso, pero yo me estaba sintiendo muy bien en la cancha, solo pedí el cambio para no dejar al equipo con diez. Pensé primero en el equipo y no en lo personal. He aguantado muchos partidos con amarilla, pero en este estaba advertido. Me miró y tuve que bajar la mirada porque sabía que me iba expulsar en cualquier momento».
Tras este incidente las posibilidades de que Tagliafico siga jugando son escasas, aunque la última palabra la tiene Onésimo y el 'once' que sacará el domingo en el Rico Pérez.
Fuente: La Verdad
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