Los hermanos Samper llegaron ayer a la capital, Jesús por la mañana y Juan Antonio por la tarde, y las reuniones con el director deportivo, José Luis Molina, y con el gerente, Víctor Alonso, se iniciaron ayer aunque van a continuar a lo largo del día de hoy. El coordinador deportivo del Murcia necesita saber cuanto antes el dinero del que va a disponer tanto para dar bajas como para tratar de convencer a algunos de los jugadores que ya tiene el manchego en su agenda personal para el próximo curso.
Lo que parece muy poco probable es que tras estos últimos encuentros para recabar más información por parte de los máximos accionistas, el entrenador vaya a salir reforzado, toda vez que hasta sus más íntimos ya dan por hecha su marcha y hasta se han apresurado a buscarle un posible destino en el banquillo del Alavés. La decisión del relevo en el banquillo no se tomará desde Murcia ya que está tomada en Madrid desde hace algún tiempo. El entrenador vasco fue el primer al que Samper le dio la oportunidad de defenderse en una reunión que tuvo lugar el pasado jueves en la capital de España y en la que, básicamente, Alonso echó balones fuera para cargar la responsabilidad de la mala temporada sobre los jugadores. Esto tampoco ha pillado por sorpresa a ningún dirigente, ya que el discurso de los futbolistas es diametralmente opuesto al del entrenador.
Estos días también se va a seguir trabajando en una serie de cambios que se van a realizar en las bases del club, ya que precisamente este curso no se han cumplido los objetivos que había programados para las escalas inferiores de la centenaria entidad. Las modificaciones van a llegar a la parcela médica, al cuerpo técnico y alguna sorpresa más que tiene guardada Samper en el bolsillo.
De todas formas, aunque muchos jugadores del Real Murcia estén nerviosos pendientes de lo que va a pasar con su futuro, lo cierto es que una de la normas de Samper es que el presidente va marcando los tiempos y no sería para nada descabellado pensar en que hasta final de mes no se comiencen ya los movimientos en serio. Aun así, el Murcia no está tampoco en completo punto muerto porque siguen siendo muchos los jugadores que reciben con agrado una llamada del Murcia para trasladarle su interés. El mercado del fútbol, al igual que el resto de mercados, anda de capa caída y todos firmarían con los ojos cerrados en un club que cumple hasta el último céntimo de lo que ponen los contratos. Pero para esta guerra todavía falta un poco.
Muchos nervios entre los jugadores por conocer la lista de bajas
Los jugadores del Real Murcia, al igual que casi el resto de clubes profesionales, están de vacaciones hasta nueva orden, pero ningún miembro de la plantilla terminará de desconectar por completo hasta que reciban una llamada para anunciarles cuándo comienza la pretemporada o, en el peor de los casos, para recibir la desagradable noticia de que hay que buscar equipo porque no cuentan ellos. Y si encima a esto le unimos que también hay otro grupo importante de jugadores con contrato en vigor, que saben perfectamente que no han cumplido las expectativas, pues la tensión al final resulta inevitable. La realidad es que según han confirmado a este diario algunos de los jugadores con mayor protagonismo este curso, lo cierto es que todos están a la espera de una llamada del director deportivo que les deje claro si hay cambio de planes, si hay alguna oferta o si no cuentan con ellos para el siguiente ejercicio. Será José Luis Molina el encargado de negociar las altas y las bajas, pero no será hasta que los propietarios terminen con su ronda de entrevistas cuando los jugadores comiencen a recibir llamadas. Más de uno ya tiene la mosca detrás de la oreja porque han aparecido ofertas y cantos de sirena en algunas direcciones y otros no quieren ni que sus nombres aparezcan, ya que no está el mercado como para hacerle un feo al Real Murcia.
Fuente:La Opinión
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