El Real Murcia es un equipo de extremos y lo ha demostrado a lo largo de la temporada. De una mala racha a una etapa victoriosa, de soñar con el ascenso a verse demasiado cerca de los puestos de abajo, de ser el mejor visitante de la primera vuelta a no ganar un partido lejos de Nueva Condomina en los últimos cuatro meses. En definitiva, un conjunto sin término medio.Esta tarde, en Santo Domingo, un campo nada propicio para los rivales, los granas intentarán sorprender a un Alcorcón crecido y, además de hacer valer el triunfo de la pasada semana frente al Sabadell, reencontrarse con la victoria a domicilio, algo que no ocurre desde el pasado siete de enero. Aquel día, los de Iñaki Alonso ganaban al Nástic de Tarragona (0-2) y se confirmaban como el equipo con mejores números a domicilio de toda la categoría.
Pero ahí se acabó la racha. Con el empate en Gerona de dos semanas después (1-1) se cerró el grifo. Siete partidos lejos de casa y siete derrotas (Celta, Almería, Numancia, Xerez, Villarreal B, Deportivo y Barcelona B). Resultados a los que se une la mala imagen ofrecida por el equipo en muchos de esos encuentros.
Si hace una semana el partido ante el Sabadell se vendió desde el club como «una final», el encuentro de esta tarde ante el Alcorcón no es menos importante. Y es que un triunfo en el estadio Santo Domingo, un campo en el que no gana nadie desde el mes de noviembre, permitiría al Real Murcia revertir su situación como visitante, encadenar dos resultados positivos (algo que no ocurre desde el mes de enero) y dar un nuevo paso hacia a la salvación, objetivo que cada vez está más cerca.
Fuente: La Opinión
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