Iñaki Alonso: «Estoy cumpliendo los objetivos que se marcaron»

En algo más de veinte meses Iñaki Alonso ha pasado de un extremo al otro. Del todo a la nada en solo una vuelta. Hace apenas unos meses era el alma del Real Murcia. Un entrenador que había sido capaz de lograr un ascenso fulminante y a lo campeón, y colocar después a una plantilla modesta en la sexta posición de Segunda División. Hoy vive sus momentos más duros. Le llueven las críticas. El equipo está atrancado. Juega poco y casi nunca gana. Ha pasado de ser el mejor como visitante a acumular seis derrotas consecutivas. Nueve en once partidos. Y, de repente, su puesto ha comenzado a cuestionarse a pesar de que tiene contrato en vigor con el club grana para la próxima campaña.

- ¿Qué ha cambiado en el Real Murcia de la primera a la segunda vuelta?
- El equipo, los jugadores y el entrenador son los mismos.

- ¿Entonces qué explicación encuentra al cambio en los resultados?
- El fútbol tiene estas rachas y estas circunstancias. Todos los clubes las pasan. Nuestro equipo tenía el claro objetivo de consolidarse en la categoría, que sigue siendo el mismo, y logró con ambición y trabajo estar entre los mejores, incluso llegamos a ser sextos. Pero en momentos puntuales, contra el Barcelona B y ante el Recreativo en el inicio de la segunda vuelta, dejamos escapar dos ocasiones para consolidarnos. No lo conseguimos y fue un palo, hizo mucho daño a todos dentro y fuera del vestuario. Luego vino un calendario muy difícil, las lesiones y pasamos una mala racha. Ahora que los objetivos son otros existe un desencanto.

- ¿Entiende que se haya generado ese desencanto?
- Esto es fútbol y el fútbol es emocional. Pero la realidad estaba marcada y era conseguir la permanencia y estar mirando hacia arriba. A principio de temporada todos hubiéramos firmado estar donde estamos y no sufrir para mantener la categoría.

- ¿Haber puesto al equipo en la parte alta de la tabla se puede volver ahora en su contra?
-Yo creo que es motivo para estar contentos y satisfechos. Se generó una ilusión muy bonita para todos. La plantilla tiene una mentalidad ganadora, pero por desgracia la competición te pone en tu sitio. Llegado el momento no nos dio para más y nos quedamos sin el objetivo de estar entre los seis primeros, pero lo importante es que lo intentamos y nos dejamos todo en conseguirlo, cuando no estaba previsto.

- ¿Cree que está cumpliendo los objetivos que le marcaron los hermanos Samper?
- Sí, claro, no tengo ninguna duda. Creo mucho en mi trabajo, aunque asumo mi parte de culpa cuando los resultados van mal.

- ¿Se siente presionado?
- No. Tengo muy claro la importancia del club en el que trabajo. Pero sí creo que se están cumpliendo los objetivos. El año pasado había muchas más presión. Solo valía el ascenso. Se logró con matrícula de honor. Aún hoy creo que hay alguna gente que no ha valorado lo que se consiguió. Y esta temporada también estamos cumpliendo con lo que se nos encomendó.

- ¿Cómo le sienta que en la prensa se esté hablando de si seguirá o no al frente del equipo la próxima temporada?
- Yo sigo la prensa. Mentiría si dijera que todo me da igual. No es cierto. Me inquieta. Yo soy profesional del fútbol y los periodistas son profesionales de la información y todos tenemos que ser consecuentes con los objetivos marcados porque se está generando una disonancia o un ruido que creo que no es justo.

- ¿Pero no cree que los rumores llegan de dentro del Murcia y no son invención de la prensa?
- Pues es que yo solo puedo hablar de lo que he vivido y solo puedo decir que tengo mucha confianza en la institución y en el Real Murcia. Siempre hemos hablado a la cara. Todas las partes sabemos lo que queremos y el camino está marcado. Desde el club solo he recibido muestras de confianza y apoyo. Las adversidades las han gestionado de una sola manera y ha sido desde la unión. Yo no les puedo poner un solo 'pero' de cómo me han tratado aquí. Así que no voy a ser yo el que piense cosas que ni he visto ni he sentido.

- ¿Veremos jugar alguna vez al Real Murcia mejor?
- (una sonrisa) En eso estamos y para eso trabajamos. Pero yo no creo que el equipo esté tan mal como algunos dicen. Ha tenido momentos buenos y otros malos, claro, no lo niego. Contra el Deportivo el Murcia jugó minutos muy aceptables, intentamos siempre hacerle frente de tú a tú. Luego fueron superiores y nos ganaron, eso hay que aceptarlo. El Deportivo tiene mucha calidad y nos echaron atrás.

- ¿Es su equipo un poco conservador?
- No, qué va. Que nadie piense que yo le dije al equipo que se replegara o que los jugadores quieren echarse atrás. Es el rival el que te lleva a estar encerrado en tu portería y no poder salir de ahí. Este tema también me tiene sorprendido. Si yo hubiera querido jugar encerrado habría salido así al campo desde el principio. Fuimos ambiciosos y jugamos con mucha intensidad, pero llega un momento que no puedes mantener esa velocidad. Estás jugando ante un equipo que es el líder por algún motivo y al final se paga.

- ¿Al Real Murcia le harán falta dos o tres victorias para lograr la permanencia?
- ¿Y por qué no cuatro o cinco? Quedan diez jornadas, a día de hoy no renuncio a nada, cuanto más triunfos mejor para todos, y si luego nos quedamos en menos victorias no será al menos por falta de ambición.

- Es optimista.
- No, qué va, es que creo de verdad que lo podemos conseguir. Si lo hicimos una vez podemos repetir. Ya he dicho que somos los mismos. Pero en Segunda División, en muchas ocasiones, son los detalles los que te llevan a ganar o perder los partidos. Ahora esos detalles se han vuelto en nuestra contra y en la primera vuelta nos venían de cara. Yo creo porque nunca he visto a este equipo dejado o muerto. Los jugadores son exigentes, están comprometidos, al final el trabajo tiene que salir.

- ¿Se ve como el entrenador de la próxima temporada, el que intentará ascender al Real Murcia a Primera División?
- Por supuesto, para eso vine a Murcia y en eso pienso y sueño todos los días.

Fuente: La Verdad