miércoles, 7 de marzo de 2012

El césped de la Nueva Condomina se libra del quirófano

El césped de Nueva Condomina ha dejado de salir en las páginas de los periódicos. Ya no acapara toda la información. Esta temporada nadie lo ha podido poner como excusa por el mal juego o como la causa de un resultado negativo. Este invierno el terreno de juego del estadio grana pasa por su mejor momento desde que se inauguró en octubre del año 2006 con un España-Argentina que lo puso en todos los medios de comunicación nacionales, precisamente por su mal estado. Maxi Rodríguez se lesionó y se montó una gran polémica por el estado del césped murciano. La larga historia no terminó ahí. Los últimos cuatro años han sido un calvario. Repetidas quejas de entrenadores y jugadores, Iñaki Alonso afirmando que era «una vergüenza» y Jesús Samper anunciando una consultoría externa.

Después de cinco años se ha puesto el punto y final a la polémica. Por primera vez desde que se inauguró, el césped ha resistido de una manera digna el invierno y la bajada de temperaturas. El truco ha estado en copiar lo que se hace en los terrenos de juego de los grandes estadios que están en ciudades como Valencia, cuyo clima es parecido al de Murcia, y arriesgarse un poco a la hora de ponerlo en práctica.

El resultado ha sido muy bueno. El césped de Nueva Condomina no está al cien por cien, pero tampoco luce el aspecto de patatal, con pocas zonas verdes y muchos socavones de otros años.

Y lo mejor de todo es que gracias al nuevo sistema que los operarios han puesto en marcha no será necesario levantarlo a corto plazo. El pasado año, desde el club grana se reconoció que el problema partía del origen y que era necesario levantar todo el césped, igualar la base y volver a plantar tepes nuevos.

El 'lifting' del estadio ha quedado descartado, y el gasto que conllevaba tal operación, unos 400.000 euros, también. La solución ha sido hacer unas siembras muy parecidas a las que se realizan en el campo de Mestalla. Cuando comenzaba el otoño los operarios murcianos plantaban la semilla de invierno junto a la de verano. Pero esta última se comía a la anterior, impedía que creciera y el resultado eran calvas y más calvas en un terreno de juego en el que se veía más la tierra que el césped.

El pasado invierno, de la mano de Víctor Alonso, director general de la entidad grana, se decidió rasurar el césped de las semillas de verano y plantar las de invierno. «Existía un miedo importante porque al cortar mucho la hoja verde nos podíamos quedar solo con la tierra si las nuevas semilla de invierno no crecían bien. Corríamos el riesgo, pero total, peor no podíamos estar. Aprovechamos unos días en los que el equipo no tenía partidos oficiales para hacer los trabajos y el resultado ha sido muy bueno, a pesar de que no se cortó la hierba de verano al ras. Si la próxima temporada rasuramos al máximo el campo aún estará mejor en estas fechas», explica Víctor Alonso.

Ese truco y el cambio de la semilla va a dar un respiro a las arcas del club y al juego de la plantilla grana. Aunque como cada temporada llega marcada por una nueva polémica, este año, con el terreno de juego muy mejorado, los problemas están en la enfermería grana, llena cada semana por causas que aún no están muy claras.

Este año se ha plantado la modalidad de semilla llamada bermuda, que sustituye al raigrás inglés, que es lo más común en los campos de fútbol, también más barata. Mientras que el kilo de semilla de bermuda cuesta en torno a los 35 euros, la de raigrás vale 4 euros, pero a la larga resulta más económica porque para sembrar una extensión como el terreno de juego de Nueva Condomina, cerca de una hectárea, solo se necesitan 70 kilos de bermuda y de raigrás más de 1.000 kilos.

Con estos cambios el césped de Nueva Condomina sobrevivirá unas cuantas temporadas más, aunque el final, sobre todo si hay ascenso a Primera División, será levantarlo, no solo para cambiar los tepes, también para nivelar la base, ya que los principales problemas residen en el hecho de que una vez que estaba preparado y listo para su inauguración, volvió a entrar maquinaria pesada en la zona de una de las porterías y hundió el firme. Según parece, se decidió nivelar el campo en dos fases, lo que no suele ser muy habitual. Se hizo la primera mientras que se trabajaba en la otra mitad del campo, posiblemente por la necesidad de terminarlo cuanto antes, y al tener que terminar el graderío de la que ya estaba nivelada, el peso de las grúas hundieron la zona.

Pero mientras que el club acomete estas reformas y lo más importante, consigue recuperar su maltrecha economía, entre el esfuerzo de los técnicos y los responsables de la entidad se ha conseguido que el césped mejore, alcance un nivel aceptable y no sea el protagonista cada vez que llega el invierno.

Fuente: La Verdad

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