El Real Murcia vive con la soga al cuello. Más que por la cercanía del descenso, que sigue a nueve puntos, por la mala racha de resultados que ahoga a un equipo que vive del colchón de la primera vuelta. Iñaki Alonso busca nuevas fórmulas para sacar algo positivo de un partido de máxima rivalidad. Lo primero fue dar descanso a sus futbolistas para que comenzaran de cero, sin los vicios de las anteriores jornadas.Tras el descanso llegó el trabajo. El martes, jornada doble. Sesión mañana y tarde para comenzar a acelerar una máquina que debe funcionar a la perfección el sábado. Además del trabajo físico y táctico, Iñaki Alonso presta especial atención esta semana a la unión en el vestuario. Ayer llevó a todo el equipo al balneario de Archena, donde se respira siempre un buen ambiente. Los futbolistas se relajan y hay hueco para las bromas. Posteriormente, comieron todos juntos para seguir haciendo equipo.
No faltarán esta semana las sesiones a puerta cerrada. Serán dos, como suele ser habitual, aunque en alguna ocasión Alonso ha llegado a organizar tres. La estrategia ha dado muchos puntos al Murcia, sin ir más lejos en el partido del Cartagonova, y está fallando mucho en los últimos choques. Además, entre entrenamientos y jornadas de convivencia, esta semana se duplican las charlas. Alonso y el psicólogo hacen estos días un trabajo de motivación tanto en grupo como en privado para que los jugadores salgan al terreno de juego dispuestos a dejarse la piel. Por primera vez esta temporada se concentrarán el día antes del partido, cenarán y comerán juntos en el hotel. Tras una minisiesta y otra charla irán directos al estadio. Muchos cambios para dar un nuevo giro al rumbo del Murcia.
Fuente: La Verdad
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