¿Merece la Reina de Saba tener una calle en Murcia antes que Pepe Vidaña, el 'Macho' Figueroa, Eusebio Ríos o Moreno Jiménez? ¿Una ciudad debe otorgar la eterna memoria de sus calles a personajes de ficción o a los paisanos que lucharon por el nombre de su ciudad y entregaron su cuerpo y alma por los colores de su tierra? Teniendo en cuenta que el Real Murcia es el club más importante de la Región y ha paseado el nombre de la ciudad por todas las categorías del fútbol español, parece ilógico que no posea ni siquiera una mención en el callejero de una urbe que lo vio nacer hace 93 años.Si se mira alrededor, Águilas posee al menos una decena de calles que homenajean a su historia y a sus ídolos futbolísticos. En las calles aledañas al campo de fútbol más antiguo de España se reconoce al propio El Rubial, a John Gray Watson, más conocido como Juan Gray, o a Armando Muñoz Calero, dos motores del fútbol en la localidad, entre otros. Pero el hecho de que el Real Murcia no aparezca en el callejero no es achacable solo al consistorio de la capital.
Los nombres de las calles de nueva construcción en Murcia y en sus pedanías no tienen un origen aleatorio ni se deciden en función del gusto del concejal de turno. Cualquiera, de forma individual o a nivel colectivo, puede solicitar a través de las juntas vecinales o a través de asociaciones, un nombre para una calle. Si ninguno de los grandes iconos del Real Murcia tiene su calle puede ser porque nadie lo ha solicitado todavía en tiempo y forma, independientemente de que en el Consistorio nadie haya acordado del único club de la Región que ha jugado, y muchas temporadas, en Primera División.
«El Ayuntamiento no pone nombre a las calle. Recoge las propuestas de las juntas municipales, las estudia en una comisión de seguimiento y después se aprueban en una comisión con todos los grupos políticos. Estamos abiertos a recibir propuestas y no le cerramos las puertas al Real Murcia», asegura un portavoz próximo a la concejalía de Patrimonio, encargada de estos menesteres.
El caso es que tras una recopilación de posibles nombres que han sido aprobados por ambas comisiones, y tras la aprobación de todos los grupos políticos, Murcia tendrá 200 nuevos nombres de calles en 2012, entre los que están el de Fabiola de Bélgica, Marbella, Golda Meier o personajes a caballo entre la ficción y la realidad, como la mística Cleopatra, la Reina de Saba, Ana Bolena, Lucrecia Borja o Mariana Pineda. De momento y que se sepa, ninguno de estos personajes hicieron más por Murcia que los miles de jugadores y cientos de entrenadores y presidentes que defendieron la camiseta del club grana.
El caso de José Luis Borja
El único murcianista afortunado será en los próximos meses José Luis Borja, un portero que tras salir del Real Murcia fichó por el Real Madrid y después por el Español. Sus vecinos en el Cabezo de Torres sí se han acordado de él. No hay más, a pesar de que la masa social del Real Murcia supone el mayor movimiento asociativo de la Región. Es fácil señalar a murcianos que brillaron en el club de su ciudad o a figuras de primer nivel que pasaron por el Real Murcia. Desde José Griera, jugador durante nueve temporadas y entrenador con dos ascensos a Primera, a Miguel Sánchez, el murciano con más partidos en Primera, con un total de 112. O Figueroa y Manolo, con 22 y 21 goles, máximos anotadores grana en Primera División.
Por los banquillos del Real Murcia también han pasado personajes entrañables. Como Thomas Thompson, el primer entrenador foráneo (inglés) que llegó a Murcia en 1924, o Ferenc Puskas, Kubala, Dunai o Felipe Mesones que también entrenaron en La Condomina. Por ejemplo, Eusebio Ríos, que llegó a Murcia en la campaña 1981-1982, puede considerarse el mejor entrenador grana de todos los tiempos ya que ascendió al Real Murcia a Primera, le dio solidez en la elite y hasta hoy es el entrenador grana con más partidos dirigidos en Primera con 60. Eso sin contar con los entrenadores murcianos como José Víctor o Campillo.
Entre los presidentes han destacado muchos, desde Ramón Ángel Cremades, fundador del club en 1919, hasta Jesús Samper, constructor de la Nueva Condomina y salvador del Real Murcia cuando nadie lo quiso. Durante la segunda presidencia de Cremades, por ejemplo, el club grana recibió la denominación de Real de parte del rey Alfonso XIII. Y más. Luis Pardo Fernández fue el presidente que hizo posible la construcción de La Condomina, Manuel García Calvo, quien durante su mandato prolongó el graderío de preferencia, construyó los vestuarios y dotó de césped natural al terreno de juego
O José Iniesta Eslava, que lo presidió desde 1939 hasta 1943 y supo reflotarlo tras la guerra civil y llevarlo a Primera, Agustín Virgili Quintanilla y Enrique Ayuso Serrano. El primero se hizo cargo del club en plena posguerra y consiguió dos ascensos a Primera para mantenerse tres temporadas consecutivas en la elite mientras que el segundo hizo posible que La Condomina pasara a manos del propio club. O Moreno Jiménez, que rescató al Murcia de los abismos y lo llevó a Primera. O José Pardo Cano, el presidente, hasta ahora, más brillante en lo deportivo.
Fuente: La Verdad
No hay comentarios:
Publicar un comentario