martes, 24 de enero de 2012

El club respalda a Guil, pero pone a Kurz en la diana

La mala imagen del UCAM Murcia en los últimos partidos y especialmente al final ante el Lagun Aro el domingo, no tendrá consecuencias inmediatas para el técnico Luis Guil, que tras la reunión mantenida ayer salió reforzado en su puesto. Del que no se puede decir lo mismo es del ala-pívot norteamericano Robert Kurz, al que se le ha dado más oportunidades de la cuenta para 'ponerse las pilas' y al que ya se busca relevo en el mercado.

Desde el club no se le responsabiliza de todos los males que está padeciendo el equipo, pero sí se cuestiona su rendimiento, para nada acorde con su salario, pues se trata del segundo jugador que más cobra en la plantilla y es el noveno en el ranking de valoración (superado también por Walsh, que ya no está). A Kurz se le ha acabado el tiempo, solo tendrá para reivindicarse lo que tarde su club en encontrar un relevo de garantías con el problema y esfuerzo económico que lleva consigo.

Ayer por la mañana, Alejandro Gómez, director general de entidad, se reunió con Paco Guillem (director deportivo) y con Luis Guil. Esta cita podía no tener nada de particular porque todos los lunes hacen lo mismo, cambiar impresiones sobre lo sucedido en el último encuentro de Liga. Sin embargo y ante la situación del UCAM, segundo por abajo y en puestos de descenso tras una victoria en las últimas ocho jornadas, se especuló con una posible destitución. Pero lo que ha salido es reforzado. El técnico, salvo catástrofe, no corre ningún peligro, al menos durante los próximos tres partidos.

El siguiente encuentro de Liga es en la pista del Barcelona, claramente favorito, y luego hay dos partidos en los que se espera el cambio de signo. Primero se recibirá en el Palacio de los Deportes al Joventut, rival directo por la permanencia, y posteriormente el equipo viajará a Fuenlabrada, equipo mejor clasificado pero de potencial similar al UCAM. No tendría ningún sentido hacer cambio alguno antes, ya que después se juega la Copa del Rey en Barcelona y habrá dos semanas para trabajar y sin partido oficial. El club ha depositado nuevamente su confianza y ha ratificado a Luis Guil «para que trabaje tranquilo y solo se preocupe del equipo. Nadie cuestiona su trabajo», indicó ayer a este diario. Así, los gestores pretenden que como muy pronto hasta la Copa no se hable de destitución, ultimátum o posibles relevos.

Y el que no tiene tanto tiempo es Kurz, del que el director deportivo ha dicho que «vamos a hablar con él debido a su rendimiento y volvemos a trabajar sobre el mercado que hay actualmente para estudiar las posibilidades que nos ofrece. A estas alturas de la competición esperábamos estar mejor clasificados», dijo.

Fuente: La Verdad

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