Con 5 años entró en el Atlético de Madrid, pero comenzó como portero. Por su padre, imagino.
Sí, así es. Mi padre fue portero en el Burgos, en el Atlético de Madrid y en algún equipo más. Es algo que venía de familia y quise seguir con la tradición, pero fue mi propio padre quien me aconsejó que dejara la portería. Decía que era un puesto de mucho sufrimiento, que la culpa era siempre de los porteros…Y decidí cambiar de posición. Me pusieron de delantero y creo que hasta ahora me ha ido bien.
Le pusieron de delantero y se hinchó a meter goles en las categorías inferiores del Atlético Madrid. ¿Recuerda cuántos marcó?
Pues no recuerdo la cantidad exacta, pero me fue bastante bien. Metí muchísimos goles. ¿En total? No lo sé, no te sabría decir. Hubo una temporada, en alevines, que metí 60 goles. Luego otros 30, 50, 40… Metí muchos, la verdad.
¿Algún ídolo de pequeño? ¿Una referencia?
Mi referencia siempre ha sido mi padre, porque no fue fácil lo que hizo. Salió con 16 años de su casa, de Galicia, y allí dejó su familia. Y, después, Fernando Torres. Un chico que, como yo, es delantero, salió de la cantera del Atlético y triunfó… Siempre me he fijado mucho en él.
Era muy pequeño, pero le tocó vivir el descenso del Atlético a Segunda División. ¿Lo recuerda?
Sí, sí. Lo pasé muy mal, muy mal. Tenía 8 años y, justo esa temporada, jugaron la final de Copa del Rey (ante el Espanyol) y fui a ver el partido con mi padre. Perdieron y al final me pegué una ‘llorera’ que no veas.
Después de muchos goles, mucho trabajo, debuta con el primer equipo y, en ese mismo partido, cae lesionado. En apenas minutos, vivió la cara dulce del fútbol pero también la más amarga.
Sí, fue un momento bastante bonito por el debut, pero también fue de los más difíciles de mi vida. Me rompí el cruzado. Una lesión grave y lo pasé muy mal. Pero bueno, que me quiten lo ‘bailao’. ¡He debutado en Primera División con el Atlético de Madrid! (risas).
Llega el momento de salir del Atlético y elige Murcia, pero en seguida se encuentras con una situación probablemente inesperada. Queda prácticamente como único ‘9’ e, inevitablemente, todos los ojos se posan en usted. ¿Te pesó mucho aquella situación?
Fue un final de pretemporada un poco raro. Llegué de la selección y miré las cosas que habían. Vine al Murcia y, sí, muy pronto se me presentó la ocasión de debutar por la lesión de varios compañeros. Yo tampoco estaba en mi mejor momento, pero no había otra opción. Intenté hacerlo lo mejor posible, después me tocó esperar la oportunidad y luego volví a jugar.
¿Demasiada responsabilidad para un chico de sólo 19 años?
No, responsabilidad no. Soy un jugador ambicioso, que quiere llegar a ser importante en el mundo del fútbol y, a veces, toca asumir responsabilidades y luego aprovechar tus oportunidades. Pero siempre pensando que lo más importante es ayudar al equipo.
¿Se llegó a decir incluso que tenía ansiedad? ¿Había algo de cierto en aquello?
No. Eso no sé dónde salió, pero yo no tuve ansiedad en ningún momento. Me encontraba mal antes de jugar contra el Valladolid, estaba mareado, con el calor, eran las cuatro de la tarde, en el calentamiento recibí un balonazo… Hablé con el míster y le dije que me encontraba mal. Y me sacó por eso, no porque tuviera ansiedad.
Además que, como dice, quizá no estaba en su mejor momento y tampoco conocía al equipo.
Hice dos entrenamientos y me tocó jugar. Era mi primera temporada fuera de casa y tenía que adaptarme a la forma de jugar del equipo. Fue un cambio grande. Pero con el tiempo me he adaptado perfectamente, y ahora estoy muy bien.
Sin embargo, el año acabó muy bien: jugando y haciendo un gol ante el Alcoyano. Imagino que la idea será empezar este 2012 de la misma manera.
Claro. Acabé el 2011 bastante bien y el equipo ganó, que fue lo más importante. Ahora nos quedan tres partidos para acabar la primera vuelta y trataremos de sacar los máximos puntos posibles para seguir mirando hacia arriba.
A día de hoy, todavía la gente se pregunta cuál es el papel del equipo. ¿Limitarse a la salvación o pensar en el ascenso?
Las miras hay que tenerlas puestas arriba, pero siendo conscientes de que lo primero es mantenerse. Una vez con sigamos los puntos que nos den la salvación, miraremos hacia arriba. El objetivo es llegar a las últimas diez jornadas con opciones de ascenso. Nosotros no descartamos nada.
Pero para eso hay que mejorar algunas cosas. Para empezar, ser más sólidos en casa.
Sí, siempre se puede mejorar. Hay que apretar más, salir desde el primer minuto al cien por cien, que la Nueva Condomina sea un fortín, que no se escapen tantos puntos y llevar a cabo bien la estrategia tanto defensiva como ofensiva, que acaba siendo decisiva. Todo se traduce en ser un equipo, no individualidades.
¿A qué achaca los problemas para ganar los partidos en casa?
No lo sé. La verdad es que a veces se nos complican un poco los partidos. Pero sobre todo porque los equipos se encierran, nos esperan, nos juegan a la contra… En cambio, cuando nosotros jugamos fuera, estamos bien ‘juntitos’ y a la contra somos peligroso. En casa, al tener que llevar la iniciativa, es más difícil.
Después de cuatro meses en Segunda, ¿cómo ve la categoría?, ¿más difícil de lo que pensaba?
Es una categoría compleja y difícil pero muy bonita. Quizá no se vea un juego muy vistoso, porque se vive mucho de la estrategia y hay mucho juego aéreo. Pero de una categoría como esta se aprende mucho y, a mí al menos, me está sirviendo para mejorar como jugador.
Lo que está claro es que jugar bien en Segunda es muy complicado.
Es muy difícil, los equipos se encierran mucho. Es un juego duro, apenas hay continuidad… Pero nosotros lo intentamos. En los entrenamientos practicamos mucho la salida de balón, pero luego hay que tener en cuenta que los rivales se defienden bien.
¿Está satisfecho, entonces, de estar aquí?
Por supuesto, no me arrepiento de haber venido a Murcia. Estoy creciendo como jugador y como persona. Ha sido una decisión buena y, en este 2012, espero aprovechar todas las oportunidades que tenga y jugar de titular.
¿Se ve capacitado para ser el ‘9’ de este equipo?
Sí, por supuesto. Hay que ser positivo y me veo no sólo capacitado para ser el ‘9’, sino también para poder ayudar al equipo.
¿Algún reto para este 2012? ¿Más goles quizás?
No me he propuesto ninguno en concreto. Vivir el día a día, mejorar en los entrenamientos y ayudar al equipo.
¿Goles? Soy de los delanteros que menos minutos ha jugado y llevo dos. Es cierto que siempre se quiere más y está claro que me gustaría meter muchos más. Pero a mí me gusta mirar por el equipo y no por mí.
Firmaba, entonces, terminar la teporada con diez goles, por ejemplo.
Diez goles estarían muy bien, sí.
¿Qué le ha parecido Murcia como ciudad?
Es un espectáculo. El clima, la gente, estoy muy contento.
¿Y qué tal con los compañeros?
Genial, son todos unos personajes (risas). No, ahora en serio, son muy buena gente. Me llevo muy bien con todo el mundo. Tengo bastantes amigos, pero paso mucho tiempo con Javi Jiménez, Iturra, Gálder, Amaya, Paco Sutil…
Puede ser la clave de esta buena temporada, el vestuario, ¿no?
Sin ninguna duda. Somos un equipo, aquí no hay ‘grupitos’. Todos nos llevamos muy bien y eso luego se nota en el campo, el esfuerzo que hace uno por el compañero se ve en cada jugada.
Fuente: La Opinión
No hay comentarios:
Publicar un comentario