Emilio Sánchez es un chico normal. Nada de tatuajes, sin pendientes. Zapatillas de paseo y camiseta de algodón. Pequeño en altura, estrecho y delgado de complexión, a pesar de que ya ha cumplido los 26 años bien podría pasar por un estudiante. Pero es futbolista y aunque reúne una técnica perfecta y un talento incuestionable, aún no ha triunfado en el fútbol español. El Real Murcia puede ser su último tren y no quiere perderlo.Es centrocampista y ha marcado goles tan importantes como espectaculares. Desde que salió de su lesión muscular se está convirtiendo en un jugador determinante, de esos que logran hacerse insustituibles en las alineaciones. Su ausencia siempre se echa de menos porque está marcando en momentos decisivos.
En Murcia está encontrando la progresión que hasta ahora no había tenido. Porque su carrera no ha sido precisamente un camino de rosas. Ha acumulado éxitos y fracasos, ha pasado temporadas olvidado y muchos cuestionaron su capacidad para reinsertarse con éxito en la competición. A día de hoy Emilio les está demostrando que se equivocaron.
Fue en Huelva y en el Recreativo donde cosechó su último fracaso. En el equipo andaluz lo cuestionaron, jugó poco y al final le abrieron la puerta para que se marchara dirección a Murcia.
Antes de fichar por el equipo grana estuvo en la agenda de Ángel Quirantes, por aquel entonces director deportivo del club blanquinegro. Hablaron con él y negociaron, preguntaron y se asesoraron para al final descartar su fichaje. El Cartagena prefirió contratar a Dimas Delgado. Procedía del Numancia y aún no ha terminado de encajar en un equipo que no ha logrado comenzar bien la competición, por lo que tanto él como el resto de compañeros son aún una incógnita.
El destino ha querido que en menos de cuatro días Emilio se tope de frente con estos dos clubes. Y lo hará en uno de los mejores momentos de su carrera. Está en forma, se encuentra bien en el campo y además disfrutar de ese punto de suerte y de fortuna que hace que los jugadores tengan rachas goleadores. Esta semana la motivación del futbolista será doble.
La pasada temporada fue para él un calvario que aún está demasiado reciente. Aunque prudente y sin ganas de jaleo, Emilio tuerce el gesto y esboza una sonrisa cuando se le pregunta por el partido que esta noche disputa con el Real Murcia en el Nuevo Colombino. «No quiero que se tome como revancha, no lo siento así porque allí tengo buenos amigos, aunque es verdad que ahora, en Murcia, es donde soy feliz y donde me estoy encontrando mejor», explica.
Vive con su novia y muy cerca de su familia. Es de Albacete y cada quince días, cuando el equipo grana juega en casa, se desplaza a Nueva Condomina para verlo. Emilio se siente más arropado que nunca y en Murcia está encontrando el hueco que no tuvo ni en el Recreativo, donde la presión de los cerca de 300.000 euros que el club andaluz pagó por él terminó pesándole como una losa, ni en el Alavés, club que lo traspasó.
Fuente: La Verdad
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