En tan poco espacio nunca ha habido tanta distancia. Y es que de subir o no a Segunda esta temporada puede depender el futuro económico del club que preside Jesús Samper y de gran parte de los miembros que forman la familia grana, entre los que también están el cuerpo técnico, los jugadores de la primera plantilla, oficinistas, jardineros o los empleados englobados dentro del departamento de marketing, por poner algunos ejemplos. El fútbol de Segunda B representa la ruina total para un club como el que preside Jesús Samper y sólo es sostenible en caso de un ascenso inmediato de categoría.
En caso contrario, el empresario madrileño se vería obligado a meter la tijera, no sólo en la parcela deportiva, sino también dentro de las oficinas. El Real Murcia cuenta con una estructura de club profesional, equiparable a los de equipos que militan en Segunda y más de uno de Primera. A día de hoy cuenta con 25 empleados en nómina. Sólo el ascenso en la última semana de mayo o en el mes de junio, en segunda instancia, supondría para el club más antiguo de la Región un premio de hasta cuatro millones de euros y la reanudación de ciertas tareas que en Segunda B no existen y que justificarían está estructura tan extensa y tan bien cualificada.
La tele empuja
Sólo en concepto televisivo, el Real Murcia pasaría a cobrar la próxima temporada en Segunda un total de 2,2 millones de euros. Hay que tener en cuenta que por este concepto, esta temporada, el club grana no ha visto un euro. Además, en ingresos por quinielas y otros conceptos variables de los que se encarga la Liga de Fútbol Profesional, el Real Murcia puede ingresar de 500.000 a 800.000 euros, dinero que no huele tampoco en Segunda B. Pero lo más importante es que la televisión es la pescadilla que se muerde la cola y la que activa parte de los ingresos en la categoría. En la actual campaña existen cuatro plataformas (Canal Plus, Gol TV, FORTA y Canal Plus Liga) que emiten cada semana fútbol de Segunda División, lo que origina que los ingresos en publicidad estática puedan aumentar hasta en un 60%, dependiendo del club. Si se toma como referencia al Cartagena de Paco Gómez, el precio de algunos espacios publicitarios en el Cartagonova aumentó en un 400 %, pasando de valer 1.000 euros en Segunda B a 5.000 en Segunda.
Respecto a los abonados, otro de los conceptos que generan fuertes ingresos en un club de fútbol, el Real Murcia tuvo suerte a pesar del descenso de categoría el año pasado. Y es que la afición del Real Murcia respondió masivamente a la llamada del club y ha rozado casi los 9.000 abonados este año, cifra con la que sueñan la mayoría de los equipos de Segunda. Si se tiene en cuenta que en la campaña 2009-2010 el Real Murcia contó con 10.175, el batacazo no ha sido de grandes proporciones. El único problema es que los precios no han sido los mismos y los ingresos por este concepto disminuyeron en Nueva Condomina en un 50%. Lo que preocupa a los rectores del club grana es que en caso de no conseguir el ascenso la bajada para la próxima campaña podría ser peor y la fe grana tras los 25.000 abonados que se alcanzaron en Primera quedaría algo resquebrajada. Desde entonces, el número ha ido bajando sucesivamente y el efecto 'Nueva Condomina', en caso de no ascender, podría diluirse.
Por último, y en cuanto a los ingresos más importantes se refiere, el Real Murcia recuperaría con el ascenso a Segunda duelos ante equipos cercanos de gran nivel y de gran repercusión. Cabe recordar que en la campaña 2009-2010, y sólo en el partido ante el Cartagena en Nueva Condomina, el Real Murcia ingresó 180.000 euros con la venta de entradas. Una cantidad que se deduce fácilmente al calcular el precio de las entradas (20 euros) con el número de seguidores cartageneristas desplazados a Murcia (cerca de 9.000). Esta cifra contrasta con la mejor entrada de esta temporada, en la que el club de Samper no llegó a ingresar ni 8.000 euros, a pesar de tratarse de un choque contra el Ceuta, uno de los aspirantes al ascenso a Segunda.
En este capítulo, la historia pinta muy bien para la próxima campaña. Además del Efesé, otros equipos que históricamente desplazan a Murcia miles de seguidores, caso del Hércules, Almería, Elche o Granada (estos dos si no suben), tendrían que visitar Nueva Condomina si los de Iñaki Alonso ascienden.
El Real Murcia contaría con ingresos por este concepto que rondarían los 300.000 euros. Además de los ingresos en taquilla propiamente dichos, este tipo de partidos beneficiarían a los establecimientos hoteleros, restaurantes y otros negocios de la capital, además de los situados en los centros comerciales.
A pie de campo, el ascenso supondría el despegue profesional de Iñaki Alonso. El vasco sólo firmó por una temporada y se juega gran parte de su futuro. Igual que Sergio Fernández, que dado su acierto a la hora de conformar una plantilla contrarreloj y demostrar que no le ha venido grande el cargo de director deportivo, subiría mucho su cotización. Además, hasta un 60% de los jugadores que integran el plantel se juegan su futuro económico con el ascenso. Jugadores como Óscar Sánchez, Alberto o Dani Hernández verían prorrogados sus contratos si el equipo asciende mientras que jugadores como Chando o Pedro, con contrato en vigor para la siguiente temporada, se la jugaron al quedarse en Murcia.
Fuente: La Verdad
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