Cogemos a Luis Guil, técnico que el pasado viernes 15 de abril consiguió con el CB Murcia la plaza de ascenso directo a la ACB, en medio de las muchas celebraciones y reconocimientos que el cuadro pimentonero está recibiendo por volver a la elite del baloncesto. Guil es consciente de que está viviendo el lado amable de esta profesión, esa cara que te muestra triunfos, sonrisas, abrazos. “Estoy todo el día liado con actos, pero mejor esto que encontrarme preparando los play offs”.
Debutante en una competición tan dura como la Adecco Oro, suya era la responsabilidad de que Murcia volviera a tener un equipo entre los mejores del baloncesto. Ha cumplido con creces el cometido. En el club seguirán confiando en él para el nuevo reto de la ACB.
Todo el año mano a mano con el Blu:sens y resulta que este equipo, que os gana los dos partidos de Liga y el de Copa Príncipe se queda sin el ascenso directo.
Su temporada ha sido muy buena. Creo que nuestro balance de 30-4 en Liga se debe en parte a la exigencia que nos ha impuesto el Blu:sens. El hecho de perder los dos encuentros con ellos nos obligaba siempre a una victoria más. Al final fueron dos las que sacamos, pero creo que el equipazo que han tenido nos ha obligado a trabajar durísimo.
¿Cómo gestionaste el vestuario y la situación creada tras la segunda derrota en Liga contra el Blu:sens, que os complicaba muchísimo el ascenso?
Hubo un bajón anímico, está claro. Pero también les dije a mis jugadores que si nosotros ganábamos los cinco partidos que quedaban, íbamos a ascender. Estaba seguro, a pesar de la dureza del calendario. Y así fue. Esas semanas, hasta la derrota de Blu:sens en La Palma, que nos hizo volver a depender de nosotros mismos, cambié un poco la forma de entrenar. Las primeras sesiones fueron enfocadas más al trabajo individual, de cara a motivar al jugador, que se sintiese bien estando en forma. Luego, conforme se acercaba el partido, lo empezábamos a preparar pero ya te digo, cuando perdimos contra Blu:sens tuve que cambiar la dinámica del entrenamiento en la primera parte de la semana, enfocando más el trabajo al plano individual y preparando al equipo ante unos eventuales play offs.
¿Por qué al equipo le costó algo arrancar al principio de temporada?
Hemos demostrado ser un equipo muy fuerte mentalmente. Sin embargo, al comienzo, había demasiadas cosas nuevas. Yo debutaba en la competición, el plantel era casi totalmente nuevo. Yo conocía la competición, pero nunca había entrenado en ella, no sabía su funcionamiento desde dentro. Ahora puedo afirmar que es durísima. También tuvimos a Umeh y Gray lesionados por dos meses y aunque el club reaccionó bien firmando recambios nuevos, luego se nos lesionó Puyada, Robles. Hasta Navidad fue complicado. A partir de esa fecha, nos respetaron las lesiones.
Decías que la Oro es muy dura
Una campaña en esta competición es tremenda. Te exige mucho a nivel técnico-táctico. La ACB está más definida en este sentido. En la Oro, sin embargo, un equipo un viernes te puede plantar 30 minutos de zona 2-3 y al siguiente viernes otro te planta una individual press. El patrón de juego en la ACB está más claro, en la Oro hay más variantes. Es duro, porque hemos tenido muchas semanas de doble jornada. Y con el nivel de equipos, nunca puedes perder. He vivido una realidad basada en tener que ganar siempre, no había concesiones. He preparado todos los duelos igual, porque la victoria en todos era clave para conseguir lo que hemos logrado.
¿Qué te ha enseñado esta competición?
Además de lo mencionado referente al juego táctico, he crecido mucho en esta temporada. Un buen número de partidos, todos importantes, me ha puesto en un escenario donde tenía que gestionar la presión, no sólo en un periodo determinado, sino durante todo el año. He aprendido bastante.
En todos los equipos, hay un punto de inflexión en la campaña. ¿Cuál fue el vuestro?
Cuando ganamos a Burgos remontando 16 puntos. Ahí nos dimos cuenta de que éramos capaces de todo. Como he dicho, los inicios fueron difíciles y tras perder en el debut contra el Breogán, busqué ganar desde la defensa, a corto plazo. No importaba tanto jugar feo, como vencer. Después ya vendría el tiempo de hacerlo bonito, como así ha ocurrido. Hemos sido el mejor ataque y la tercera mejor defensa.
La estabilidad del Murcia ha sido clave para que estuvieras centrado exclusivamente en tu trabajo.
Está claro. Es el escenario que todo entrenador desea. Todos los empleados del club cobramos los salarios el 28 de cada mes, desde el club son capaces de reaccionar extraordinariamente a la totalidad de los problemas que van surgiendo a lo largo de una temporada; y la gestión es perfecta. El CB Murcia funciona como una empresa donde se han hecho las cosas con cabeza. Creo que podría ser un ejemplo de gestión.
Fuente: AEBB
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