El Palacio se queda pequeño

El Club Baloncesto Murcia tiene un problema. El Palacio de los Deportes se le ha quedado pequeño para el encuentro del ascenso a la Liga ACB de mañana. Los llamamientos para que la afición acuda al encuentro ante el Isla de Tenerife Canarias, que llevará a los murcianistas a lograr el ascenso en caso de victoria, han tenido un efecto mayor del esperado. La demanda de entradas supera a la oferta y por ello la entidad ha hecho ahora otra llamada: que todo aquel abonado que no pueda acudir lo comunique y que tanto la Comunidad Autónoma como el Ayuntamiento devuelvan las entradas de protocolo que no vayan a ser utilizadas –tienen 300 y 1.200, respectivamente–.

Desde el club se está trabajando a marchas forzadas, lanzando mensajes a través de la web, medios de comunicación y redes sociales, ya que el objetivo es que, dada la demanda, nadie se quede sin poder asistir al partido y que dentro haya butacas libres. Además, se van a instalar sillas en zonas como los fondos y laterales con el fin de albergar al mayor número de espectadores posible, siempre respetando las medidas de seguridad necesarias.

Jugadores ‘pancarteros’
La taquilla del encuentro de mañana (21.00 horas), pese a que las entradas sólo cuestan cinco euros, ya supera la suma de todas las obtenidas durante el ejercicio. Se ha desatado la fiebre por el baloncesto y los jugadores, en una iniciativa de LA OPINIÓN, han contribuido con ello convirtiéndose en ‘Pancarteros’, lanzando mensajes a los aficionados para que no cesen de apoyar en todo momento. «Yo no me lo perdería», dice Roberto Morentín; «No nos falléis. Nosotros nunca lo haríamos», argumenta Xavi Puyada; «7.500 de rojo» pide Pedro Rivero, como si de un mensaje de Twitter se tratara; «Juntos podemos», exclama Taylor Coppenrath; «El viernes paso lista», advierte Michel Umeh; y «Os quiero a todos en el Palacio», pide Sergio Pérez.

El club también quiere aprovechar el tirón para lanzar la campaña de abonados del próximo curso pese a que el ascenso está aún por confirmarse. Pretende captar, especialmente, a todos aquellos que no son aficionados habituales y que se han acercado por primera vez al Palacio. Para ello habrá urnas para depositar el cupón con los datos que se le entregará a la entrada y con ello tendrán un 10% de descuento en el carné. Y, por supuesto, que nadie olvide que los cuatro mil primeros tendrán como regalo una camiseta roja. Ya sólo falta que la fiesta sea completa con el ascenso.

Fuente: La Opinión