Iván Alonso – Chando, una dupla para la historia

La historia ha elegido igual que hubiese hecho cualquier aficionado del Real Murcia. Ha querido que dos de sus jugadores más carismáticos de los últimos años, de los más admirados por la grada, tengan un nexo más de unión. Si Iván Alonso abrió ‘la lata’ de los goles del conjunto grana en Nueva Condomina, el tanto número 100 fue conseguido este sábado por Chando ante el Real Jaén, un gol que sirvió para encaminar la victoria del cuadro entrenado por Iñaki Alonso. Los números, la historia, unen a estos dos ‘gladiadores’. Pero tienen más cosas en común, como por ejemplo su entrega, su forma de vivir los partidos, el sacrificio en beneficio del conjunto, su mensaje de trabajo diario o la identificación con los colores.

Iván Alonso se ganó a la afición por su buen hacer. Daba igual si los balones entraban o no, pero el charrúa sudaba de lo lindo en el terreno de juego. Siempre tuvo un buen bagaje goleador en sus temporadas en la capital del Segura. Su ‘premio gordo’ fue en la campaña 2006/07 cuando, además de ser el máximo artillero del equipo, consiguió el gol que significó el ascenso a Primera División. Meses antes, en la inauguración de Nueva Condomina, el 26 de noviembre de 2006, hizo el tanto que suponía el empate en el marcador frente al Real Valladolid.

De Chando podemos calcar prácticamente todos los elogios de Iván. Es un futbolista honesto, que no se esconde y lo da todo en el terreno de juego. Sabe de sus virtudes y de sus defectos. El pasado curso llegó sobre la bocina procedente del Villarreal CF B y, aunque le costó, terminó siendo el mayor referente del equipo. Acabó con 15 goles en Liga y 1 en Copa del Rey. Con esos números era normal que equipos de categoría superior se lo rifaran. Pero se quedó y tras coger el ritmo del resto de compañeros, una vez superados los problemas físicos de pretemporada, se está erigiendo en lo que todos esperamos de él, en el estandarte ofensivo, en el finalizador de las jugadas.

Iván y Chando, dos jugadores unidos por el gol, por la entrega y por un escudo que siempre estará en sus corazones. Ambos han dado muchas alegrías a una afición que los adora. El charrúa consiguió un tanto decisivo en El Toralín y seguro que el balear no va a tardar en situar su nombre en otro epígrafe de la historia del club más importante de la Región de Murcia.

Fuente: Real Murcia