Sergio Fernández ha sido uno de los pocos jugadores que se ha salvado de la quema en la triste temporada en la que el Real Murcia ha consumado el descenso a Segunda B después de diez temporadas. El central leonés ha preferido esperar a que finalizara el campeonato para dejar claro que "a esta plantilla le ha faltado implicación y compromiso para haber evitado el descenso, ya que a muchos se les olvidó que estaban defendiendo el escudo de un club histórico con más de cien años de vida".
El hasta hace un año capitán del Hércules, equipo que esta campaña ha logrado plaza en Primera División, cree sinceramente que no se puede extraer nada positivo viendo la trayectoria de la temporada: "Sencillamente no podemos hacer un balance positivo de nada, puesto que hemos hecho muchas cosas mal que finalmente nos han llevado a consumar el descenso. De cualquier forma, hay que tener claro que sólo se puede aprender de lo de este año si se analiza todo lo que se ha hecho mal desde el comienzo".
Sergio, una de las voces más autorizadas dentro del vestuario y uno de los jugadores que ha disputado prácticamente todos los minutos en juego, renovó de forma automática con la entidad grana para una temporada al haber pasado la barrera de los veinticinco partidos, aunque ahora mismo nadie del Real Murcia ha contactado con él para preguntarle ni plantearle nada. "No puedo saber si han hablado ya con algunos compañeros, pero conmigo no se ha puesto nadie en contacto de momento. Tengo que decir que mi continuidad en el Murcia no será por dinero, será siempre que me consideren útil para el futuro y para el nuevo proyecto que hay que poner en marcha".
De cualquier forma, y al margen de que se pueda negociar la continuidad de algunos miembros de la actual plantilla, está claro que todos aquellos que manejen ofertas de otros clubes tratarán de desvincularse del Murcia para seguir jugando en Segunda, ya que los que decidan quedarse tendrán que partir de la base que se reducirán de forma considerable sus emolumentos económicos por la reducción de ingresos que se va a sufrir en la nueva categoría.
"No me cabe duda de que con el tiempo se cerrarán algunas cicatrices, pero ahora mismo las únicas sensaciones que tengo son de tristeza y de decepción por el descenso", dijo el defensa, quien también puso de relieve que esta campaña, defendiendo los colores granas, le ha tocado vivir uno de los episodios más tristes de su larga carrera deportiva.
"No tengo ninguna duda a la hora de afirmar que el descenso ha sido uno de los golpes más duros de mi carrera profesional, y encima en un club que no se merece para nada tener que pasar un trago como el de militar en Segunda B. Creo que la magnitud de este desastre es más grande que la que podemos imaginar todos. De todas formas no está todo perdido. En Murcia he visto que el equipo tiene mucha masa social y sobre este asunto se puede trabajar para conseguir nuevos objetivos a corto plazo", matizó el zaguero.
De todos modos, la relación entre Sergio Fernández y el Real Murcia también está pendiente de que se produzcan los primeros movimientos entre los dirigentes, que serán los que tengan que determinar el grupo de jugadores con el que se va a tratar de negociar para su continuidad. Sin lugar a dudad, el principal problema en todos los casos será llegar a un acuerdo económico que satisfaga a ambas partes, aunque las reducciones de salario van a propiciar casi con toda seguridad que, al menos todos los que puedan, se vayan a equipos de Segunda.
Fuente: La Opinión
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