Llegó al Real Murcia el pasado mes de agosto, con 28 años y a punto de renunciar a jugar en Segunda División. Toda su vida deportiva había transcurrido entre Tercera y Segunda B y había perdido algunos trenes para lograr debutar en el fútbol profesional. Cuando ya apenas esperaba nada del fútbol apareció el Real Murcia. «Al principio me pegaron muchos palos porque era un delantero de Segunda B, la verdad es que lo entiendo. Yo hubiera dicho lo mismo. La mayoría de gente prefiere a futbolistas más veteranos, con nombres conocidos, pero tienen que entender que un futbolista que llega de una categoría más baja intenta dar bocados, muerde, porque es su oportunidad».
«A mí no se me caen los anillos por jugar en Segunda B, pero me ha costado tanto salir que no quiero ni pensar en volver un año después. Para el Real Murcia esa categoría es un pozo, un club tan grande, con ese estadio, la afición... ¿otra vez en Segunda B?.. uff, no quiero ni pensar ahora en eso, espero estar muchos años en Segunda», continúa explicando el delantero.
Un día, después de pasar por los filiales del Mallorca y Betis, por Reus, Orihuela, Zamora y Lorca, su compañero de vestuario Antonio Robles le dijo que no perdiera la esperanza y le animó a seguir luchando porque él había debutado en Segunda con 28 años. Fue una premonición. Chando llegó al Real Murcia con esa edad. «Cuando me animó yo ya pensaba que había perdido todas mis oportunidades y cuando salió el Real Murcia no me lo pensé. El Murcia es el Murcia. Pero reconozco que me esperaba algo más, pensé que se hacía mejor fútbol y salvo dos equipos, el Villarreal B y el Cartagena, en los demás hay un gran igualdad».
Tras marcar dos goles la pasada jornada, el delantero grana, al que aún le queda un año más de contrato, está viviendo unos días de felicidad, aunque no quiere hablar de él y tras cada una de las preguntas prefiere desviarse y contestar con el equipo: «No es momento de hacer balance personal. Creo que el Real Murcia tiene muchas opciones, hay que salir al campo con la misma actitud que lo hicimos en la primera parte contra el Celta. Si ganamos en Elche, con un poco de suerte, hasta salimos del descenso».
Chando reconoce que ya no hay margen de error y explica que «cuando estábamos a siete puntos de la salvación el equipo se apretó los machos y salió. Pero luego nos relajamos y ahora nos hemos vuelto a ver con la soga al cuello. Hemos cambiado de actitud».
Chando ha estado un año en el Villarreal B y ratifica de primera mano el excelente trabajo que ha hecho el equipo de Castellón. «El Villarreal ha crecido de manera escandalosa y dan un trato a la cantera espectacular. Todos los miércoles y los jueves desayunábamos o comíamos juntos para hacer equipo, lo mismo que ahora hace la primera plantilla. La próxima temporada del filial siete u ocho futbolistas pasarán a la primera plantilla, eso es un éxito».
Fuente: La Verdad
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