La 'quedada' organizada por la Federación de Peñas del Real Murcia para animar a los jugadores granas durante el entrenamiento de ayer resultó más tensa de lo inicialmente previsto debido a las fuertes acusaciones que una media docena de aficionados, la gran minoría, lanzaron sobre la los integrantes de la plantilla grana y el entrenador murcianista, al que en reiteradas ocasiones pidieron que dimitiese. El resto de los presentes, que superaba el medio centenar, presenció la sesión preparatoria entre el silencio y la tristeza por la difícil situación que vive el conjunto murcianista, aunque con la esperanza de que el milagro se haga realidad.
Esa división de opiniones se vivió desde el instante en que los jugadores del Real Murcia saltaron al terreno de juego. Mientras unos pocos les insultaban por su falta de amor a los colores y al escudo, otros opinaban que era el momento de darles todo su ánimo, objetivo, éste último, de la citación organizada por la FEPEMUR y su presidente, Miguel Martínez, quien sólo estuvo en las instalaciones de Cobatillas el tiempo de atender a los medios de comunicación.
Las críticas no sólo fueron dirigidas a José González, quien se alejó de la grada en la que se situaban los aficionados para evitar cualquier incidente, sino que también se recriminó a la mayoría de los jugadores, especialmente a Mario Rosas, al que se acusó de "alcohólico", a Aquino, al que mandaron a "la peluquería"; a Álvaro Mejía, al que llamaron "galáctico" y le gritaron que "Florentino Pérez te va a repescar este verano" o a Iñaki Bea, al que acusaron de reirse de la afición.
El meta Elía, al que le culparon de borrarse del equipo, se dirigió a los aficionados en el momento que abandonaba el entrenamiento para decirles que "nosotros somos los que más lo sentimos".
También Capdevila y Luque, cuando se disponían a abandonar con sus coches las instalaciones de Cobatillas, intentaron calmar a los aficionados más críticos.
Para evitar cualquier tipo de incidente los responsables de la entidad murcianista llamaron a la Guardia Civil y dos patrullas se presentaron en las instalaciones granas, aunque finalmente no hubo incidentes entre aficionados y jugadores.
El único que recibió el máximo apoyo fue el holandés Van der Boogart, quien todavía no se ha estrenado con el equipo en lo que va de temporada. Por ello, y en busca de soluciones, algunos aficionados pidieron a José González que le diese unos minutos al centrocampista con el fin de ver si es mejor que los que juegan habitualmente.
Un seguidor grana también tuvo un recuerdo para los responsables de los fichajes que llegaron el pasado verano al preguntarse con ironía si "¿esta plantilla también la ha hecho el señor Clemente?".
Fuente: La Opinión
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