martes, 18 de mayo de 2010

El Murcia de la 2001-02 se salvó en idéntico trance

Con las mismas cinco jornadas que ahora tiene por delante el actual equipo de Jose González, otro Murcia, el de la primera temporada de David Vidal (el gallego tomó un equipo a la deriva tras el paso de Braojos y del 'Chato' González) logró el milagro de la salvación. Fue agónica y se certificó en un choque que forma parte de la historia de la entidad, en el viejo recinto de La Condomina, ante el Jaén, con gol de Acciari. Aquel Murcia sumaba tal día como hoy 41 puntos. Estaba, eso sí, fuera de descenso (17º) a cinco jornadas del final... pero estaba igualado a puntos con el antepenúltimo, el Levante. Y aún a pesar de tener un calendario tremendo, se salvó.

Ante 'Primeras'. En esas cinco 'cardíacas' jornadas, los de Vidal se midieron a equipos como el Oviedo y el Santander que luchaban por subir (los cántabros lo lograron) y ante otros en apuros como el Jaén, Burgos o Extremadura. Precisamente para Juanma Valero, uno de los supervivientes que ayer lo relataba en la SER, "el del Francisco de la Hera fue clave. Claro que se puede repetir. Es difícil pero está en manos de los jugadores. ¿El secreto? Pensar que cada partido es el último, que todo depende de esos 90 minutos".

Para el eterno capitán "la llave está en los jugadores. Si hace semanas lo hicieron bien por qué no pensar que se puede repetir. Nuestro calendario era mucho peor y aunque ahora las sensaciones no son buenas sumando en Carranza, todo puede cambiar". Y es que para Juanma "todo lo que sea sumar en Cádiz puede ser positivo. Queda poco pero a la vez queda mucho. Hay tiempo para salvarse y repetir gesta".

Las jornadas previas no ayudaban

Aquel Murcia que se salvó con la foto finish tampoco hacía albergar ilusiones a la parroquia del campo de la Puerta de Orihuela. En las jornadas previas a esa 'histórica' reacción en el último mes de competición de la campaña 2001-2002, los grana apenas habían sumado 6 de 21. Un poco mejor que esos 3 de 21 que el Murcia de Jose ha firmado en este decepcionante tramo de competición pero ni mucho menos esperanzador. Entonces, entre las ganas del vestuario, el convencimiento que semana tras semana fue dando los triunfos y la mano motivadora de Vidal (Juanma lo resumió de forma gráfica: "Para esas cosas, es muy bueno") obraron el milagro.

Fuente: AS

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