martes, 11 de mayo de 2010

Dejaría de ingresar unos 5 millones de euros si baja a 2ªB

Aunque nadie quiere hablar de un posible descenso del Murcia a Segunda B, lo cierto es que la clasificación demuestra que el club grana corre el serio peligro de bajar de categoría siempre que no enderece su rumbo en el plano deportivo. De confirmarse el peor de los presagios, la entidad que dirige Jesús Samper dejaría de ingresar unos cinco millones de euros y tendría que modificar el plan de viabilidad del concurso de acreedores para hacer frente a la deuda de 35 millones de euros.

En Nueva Condomina saben que dejar el fútbol profesional sería una ruina en todos los sentidos, ya que se vería reducido con toda seguridad el número de abonados, la publicidad que oferta el club y desaparecerían los cerca de tres millones de euros que se reciben anualmente en Segunda provenientes de los contratos televisivos (2,5 millones), las quinielas y de la Liga de Fútbol Profesional.

El club ha recaudado este ejercicio aproximadamente unos dos millones de euros con los 11.000 abonados con los que cuenta, y los ingresos por publicidad están rondando el millón de euros. Ambas partidas se verían mermadas de forma considerable con un descenso a Segunda B, lo que conllevaría de forma automática que los ingresos del club no fueran muy superiores a los tres millones de euros, lo que no sería suficiente ni para mantener una plantilla que le cuesta mantener a los rectores granas cada año cerca de unos ocho millones.

Además el descenso también trastocaría el plan de viabilidad que tiene que aprobarse en los juzgados dentro del concurso de acreedores para hacer frente a una deuda de 35 millones de euros que el Murcia espera comenzar a pagar a partir de la campaña 2011-2012. Si este verano la jueza María Dolores de las Heras aprueba el plan de viabilidad del Murcia, la entidad tendrá 360 días para comenzar a liquidar las deudas con sus acreedores.

Por lo tanto, un descenso a Segunda B podría asumirse con la obligación de regresar en un año de nuevo a Segunda y poder obtener unos ingresos mínimos con los que hacer frente al plan de pagos que ya tiene diseñado el Murcia, en el que devolvería en cinco años la mencionada cantidad. De todos modos, lo más grave sería no poder asumir los contratos de los jugadores que conforman la plantilla, pero algo parecido ocurrió el pasado verano y el club puso en marcha un expediente de regulación de empleo para desprenderse de seis jugadores.

Fuente: La Opinión

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