El campeonato de Liga de la Segunda División con 22 equipos (42 partidos en total) se comenzó a poner en práctica en la campaña 1996-97, una temporada después de la que se decidió primar con tres puntos a la victoria, mantener un punto por el empate y, lógicamente, con cero a las derrotas.
En la añeja historia del Real Murcia existen pocas participaciones en la misma, de hecho sólo ocho, debido en primer lugar a que cuando se adoptaron aquellas normas, los granas competían en Segunda B y por ello sólo participó en esta década que cierra la actual, en la cual el Real Murcia jugó en dos ocasiones en Primera División, por lo que se merma el número de las mismas.
Repasando estas ocho participaciones, todas jugadas bajo el poder omnímodo de Jesús Samper, y a la luz de haber terminado la primera vuelta, se demuestra -los números cantan- que la presente es la peor de las clasificaciones de su historia en la categoría de plata y que además ha coqueteado, peligrosamente, con estas malas clasificaciones en el históricamente denominado campeonato de invierno, que prima honoríficamente al campeón, pero certifica el mal trabajo de los que ocupan estas comprometidas posiciones.
Cosa curiosa el empate frente al Girona, que certifica la peor clasificación del Real Murcia en el sentido de ocupar el puesto más bajo de todas (el vigésimo); también es la campaña que menos partidos ha ganado (3), pero sobre todo ha sumado menos puntos que nunca (19). Pero en cambio no es el peor en partidos empatados (empató un partido más en la 2004-05), no es la peor en goles marcados (sólo hizo 18 goles en la 2002-03) y no es la peor defensa (se encajó un gol más el año pasado).
Jugando con el descenso
Esta es la tercera vez que juega peligrosamente con el descenso. En la campaña 2001-02, sus números, sin ser buenos, eran mejores que los actuales. Situado en el puesto 18 era la referencia para los que ocupaban los últimos cuatro puestos de la tabla. Perdiendo los mismos ocho partidos, ganaron infinitamente más (5 partidos y empataron dos menos), los que le permitían sumar 4 puntos más que esta temporada. En el partido final, con Vidal en el banquillo (tras Braojos y Eduardo González) el Murcia estuvo en Segunda B muchos minutos hasta que Acciari nos salvó, con su gol.
La 2004-05, la de Manolo Preciado primero y Husillos después, era hasta ahora la peor clasificación del Real Murcia. Precedía al Ciudad de Murcia y con, sólo la llegada de Casuco, los números, la actuación y sobre todo la seguridad anímica que le infundió el lorquino al equipo, le salvó con una rapidez pasmosa.
Hasta entonces los 5 partidos ganados, los cinco empatados y los 11 perdidos parecían números imposibles de empeorar y aquí están, lo que indica que en el Murcia todo puede ser posible.
Evidentemente, aquellas campañas diseñadas para al menos pelear por el ascenso o en su defecto no sufrir en demasía, se reflejan. En la campaña 2002-03 con Vidal, con muy pocos dineros gastados pero con un fondo de equipo excelente, la primera vuelta acabó líder. En cambio con Lucas Alcaraz, con mucha pasta gastada, se ocupaba el segundo puesto. En aquella campaña terminó con un verdadero récord en puntuación y en donde el Real Murcia acababa tercero.
Los 19 puntos hacen mucho más difícil el remontar. Entre 48 y 52 puntos se cifra la salvación, montante que se hace en función de los equipos que se descuelguen y ante los que es fácil sumarle puntos, como es el caso del Sevilla Atlético el año pasado. El Murcia debe sumar entre 32 y 29 puntos más. Con Casuco en la 2004-05 y con un punto más (20) se consiguieron, pero en la actual, dada la respuesta de la plantilla parece más difícil. Samper afirma que este Murcia se mantendrá en Segunda así que... rezemos.
Fuente: La Opinión
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