La conjura en el vestuario del Murcia está clara. Hay que conseguir los seis puntos que quedan por disputar antes del parón navideño para marcharse de vacaciones fuera de los puestos de descenso. Esta es la frase más escuchada dentro de la caseta grana, a tenor de las declaraciones que vienen realizando los distintos miembros de la plantilla y del cuerpo técnico tras la meritoria victoria ante el Betis de la pasada jornada en Nueva Condomina.
La situación ahora mismo sigue siendo muy complicada. A pesar del triunfo ante el mejor conjunto de la categoría, el Real Murcia está hundido en la parte baja de la clasificación. Ocupa el penúltimo puesto en la clasificación (sólo tiene por detrás al Castellón) y tiene en su casillero 13 puntos. El equipo que marca ahora mismo la salvación es el Albacete Balompié, con dieciséis puntos, tres más que los que tienen a estas alturas los murcianistas.
Por lo tanto las cuentas son más o menos asequibles. La idea es que, aunque haya que depender de forma forzosa del resto de resultados que obtengan los equipos de la parte baja, sumando seis puntos hay muchas probabilidades de salir del pozo, gracias en parte a la gran irregularidad que hay en Segunda División, donde cada jornada es más difícil que un equipo repita dos victorias seguidas.
El problema añadido es que para sumar los seis puntos que quedan antes de que la plantilla se marche de vacaciones hay que ganar a dos equipos de cierta entidad. El primero, el rival del sábado, es el filial del Villarreal. Un conjunto que debuta en la categoría, pero del que todos los especialistas dicen que tiene jugadores como para estar el próximo curso en Primera. Ocupan el puesto trece de la clasificación con 20 puntos en su casillero. No hay otro rival más regular, ya que ha ganado cinco encuentros, ha perdido otros cinco y ha empatado otros cinco. La balanza se desequilibrará el sábado.
Del siguiente rival lo único positivo que se puede extraer como conclusión es que tendrá que jugar en Nueva Condomina, pero se trata del Cádiz, equipo que con diecisiete puntos no anda mucho más desahogado que los granas.
Los propios directivos del Murcia esperan que tras la inyección de moral extra que supuso para la plantilla doblegar al Betis en casa el pasado domingo, sirva para marcar el camino a seguir y se puedan conseguir dos triunfos que darían mucha calma tanto a los aficionados como al cuerpo técnico, que quiere salir de abajo cuanto antes.
Fuente: La Opinión
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