El Murcia volvió ayer al trabajo después de una semana de vacaciones por el parón navideño con la mala noticia de que el central Juan Cruz Ochoa continúa arrastrando la lesión que lo dejó fuera del equipo en la última jornada ante el Cádiz. El navarro fue el único jugador que no se entrenó ayer bajo las órdenes de José González al estar todavía 'tocado' de una contractura en el cuádriceps que le hace seguir siendo duda para el choque del próximo domingo en Balaídos ante el Celta de Vigo.
José González, técnico murcianistas, aprovechó la primera toma de contacto tras las vacaciones con sus jugadores para mantener una charla con ellos de unos cuarenta y cinco minutos y para ver algunos videos ya con vistas al partido del domingo lejos de Nueva Condomina. La sesión fue suave en líneas generales y todos los demás componentes de la plantilla trabajaron sin problemas.
El regreso se presenta muy duro para el Murcia, ya que instalado en los puestos de descenso y a cinco puntos de la zona de la salvación, los pupilos de González necesitan ganar en Vigo la próxima jornada para huir de los fantasmas del descenso y aumentar la tranquilidad de una plantilla que está viviendo una temporada en la cuerda floja. Además los vigueses son el equipo que marca la salvación con 19 puntos, por lo que un nuevo tropiezo de los granas, con 14 puntos en su casillero, pondría las cosas todavía más cuesta arriba.
Con las distintas sesiones programadas a lo largo de la semana, González irá realizando ensayos para saber cuál será el equipo que disponga para el trascendental encuentro del domingo. Lo que es seguro es que el centrocampista Guillermo Pereyra, quien se fracturó el codo en el choque ante el Cádiz, todavía no está recuperado y no será de la partida ante el conjunto gallego. Pere Martí y Mejía podrían volver a actuar como pareja de mediocentros.
Fuente: La Opinión
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