Jesús Samper está perdiendo la paciencia, pero sus años en el mundo del fútbol le hacen mantener el tipo. El dueño del Real Murcia comió ayer con el entrenador José Miguel Campos y los tres capitanes del cuadro grana –Juan Cruz Ochoa, Álvaro Mejía y Bruno Herrero– y les pidió un esfuerzo extra para cambiar el negro panorama de resultados que han sumado.
Al mismo tiempo, el ex presidente pimentonero aprovechó la ocasión para comunicarle el técnico mazarronero que confía en su trabajo y que está conforme con el juego que está dando el equipo, aunque no se cansó de recordar, por si alguien no lo sabía aún, que hay que ganar para salir cuanto antes de los puestos bajos de la clasificación.
El choque del próximo domingo contra el Hércules no es un ultimátum para José Miguel Campos, aunque una derrota le dejaría prácticamente con pie y medio para compromisos venideros.
“Somos capaces de sobreponernos y hay que jugar con más tranquilidad. La mala suerte nos ha impedido sumar más puntos en casa”, dijo Samper, al tiempo que añadió que la del Real Murcia es “una de las mejores plantillas de la Segunda División y no merece estar donde se encuentra ahora mismo”.
La comida transcurrió con total normalidad y todos se prometieron poner un poco más de cada uno para revertir la mala situación. Jesús Samper ratificó a Campos al frente del vestuario murcianista, pero claro está que los que realmente mantienen a los técnicos son los buenos resultados y, de momento, eso no está precisamente del lado del ex entrenador el conjunto filial pimentonero.
Fuente: El Faro
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