No es fea. La pareja de baile que el calendario le tiene reservada al Real Murcia es horrible. El conjunto de José Miguel Campos necesita sumar victorias para salir de los puestos de abajo y lo tendrá que hacer en un mes en el que tiene tres derbis –Hércules, Albacete y Cartagena– y dos enfrentamientos contra históricos –Recreativo de Huelva y Rayo Vallecano–. El tópico que asegura que en Segunda A cualquiera la puede ganar a cualquiera es muy cierto, pero los partidos hay que jugarlos. Los merecimientos que el cuadro grana está haciendo sobre el terreno de juego se quedan en la nada. Los encuentros se ganan con goles y el Murcia, por ‘h’ o por ‘b’, no termina de hacer más tantos que su adversario de turno. El test del próximo domingo en el Rico Pérez es bravo, tirando a bronco. Los pimentoneros saben que un nuevo pinchazo dejaría con pie y medio fuera del banquillo al técnico mazarronero y pondría el sueño del ascenso un kilómetro más alejado de la tortuga que comandan.
Después les tocará recibir al ‘Recre’ en Nueva Condomina. Los aficionados no tienen ganas de volver a irse a casa con las caras largas, pero para que el Murcia les dé una alegría tendrá que remarla mucho y ponerlo todo.
La siguiente jornada le manda a Albacete, tal vez el rival más ‘débil’ de los que tiene en los próximos treinta días, pero, así y todo, está por encima en la clasificación.
El derbi regional contra el Cartagena es la cuarta estación. La sensación se mide a la decepción, pero uno de los encantos de este tipo de partidos es que ni la tabla ni nada de lo ocurrido antes se tiene en cuenta cuando rueda el balón.El Rayo es el quinto elemento. Rival duro donde los haya. El baile pinta ‘chungo’. El Murcia se juega prácticamente la temporada en un mes.
Fuente: El Faro
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