La supervivencia del CB Murcia va a pasar directamente por las instancias más altas del Palacio de San Esteban. El presidente de la Comunidad Autónoma, Ramón Luis Valcárcel, ha decidido tomar el testigo y continuar el trabajo que inició el Consejero Pedro Alberto Cruz hace dos meses. La solución tiene fecha de caducidad y La Verdad está en disposición de afirmar que Valcárcel tendrá la última palabra sobre el presente y futuro del CB Murcia.
Es más, en círculos muy reducidos y privados, a sus más allegados ya les ha confirmado que la Región de Murcia no se va a quedar sin baloncesto en la elite nacional la próxima temporada. La solución se hará pública en breve, pues el tiempo apremia y el club tiene que confeccionar una plantilla de garantías.
La película, aunque ésta parece haberse convertido en todo un culebrón, arranca desde el mismo momento en el que el CB Murcia gana por 59-60 en Zaragoza al CAI logrando así su continuidad en la categoría. A partir de entonces, una duda revolotea sobre la gestión del club: hay un déficit generado por el impago de 1 millón de euros del supuesto patrocinador principal y alguien tiene que pagarlo, más aún cuando la intención de Polaris es traspasar sus acciones (la totalidad del club) para desvincularse totalmente del mismo de forma definitiva tal y como ya anunció antes de que arrancase la pasada temporada.
La deuda la tiene el CB Murcia, propiedad de Polaris World, y la razón es que un patrocinador que había buscado el Ayuntamiento, Tranvimur, dejó tirado literalmente al consistorio murciano y con una púa de 1 millón de euros. Con la colaboración de Polaris, la solución debe llegar de la mano de los de siempre, de las instituciones. Entonces surge la posibilidad de que dos empresarios, José Ramón Carabante y Juan Valverde se hagan cargo del proyecto. Sólo ponen una condición que no es negociable, lo quieren libre de deudas, tal y como hace cuatro años lo traspasó Valverde a Pedro García Meroño.
La primera puerta a la que llaman los actuales propietarios es a la del Ayuntamiento y la respuesta es que el tema está muy negro, al 20%, tal y como manifestó Miguel Cascales (quizá hasta fue generoso con su apreciación). Sus palabras provocaron que la luz de alarma se encendiera en la Consejería de Turismo, Cultura y Deportes. Pedro Alberto Cruz reaccionó porque entendió que por 1 millón de euros no se podía dejar escapar la posibilidad de seguir contando con un club en la ACB.
Las reuniones se sucedieron, pero sirvieron de muy poco. Meroño sólo quieren que le avalen o le paguen 1.400.000 euros del canon (es suyo) y Carabante no pagar nada de la deuda. Miguel Ángel Cámara está dispuesto a ayudar, pero se encuentra muy limitado por el recorte presupuestario y no quiere que se repita el episodio de Tranvimur. La solución, la tiene el presidente de la Comunidad, Ramón Luis Valcárcel Siso.
Fuente: La Verdad
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