jueves, 22 de marzo de 2018

El ataque de Moro no altera a De la Vega

Mauricio García de la Vega se siente dueño del Real Murcia. No vacila al asegurarlo. Se muestra tranquilo, confiado, aunque también defraudado. Tiene la conciencia tranquila. No se siente culpable de lo que está pasando en torno al Real Murcia y espera que en los próximos días acabe esta pesadilla y todo vuelva a la normalidad. García de la Vega entiende que el origen del conflicto que vive el club grana nada tiene que ver con los presuntos problemas legales o incumplimientos a los que se agarra Moro y sí con el día que decidió que Deseado Flores dejara de ser su persona de confianza. Desde entonces, el Murcia es un volcán en erupción.

El gestor mexicano, por muchas acusaciones que se viertan en las redes sociales para intentar socavar su credibilidad, no quiere hablar. Insiste en que, con el contrato en la mano, no tiene nada que perder y que lo tiene todo ganado judicialmente. Pero prefiere guardar silencio y no incumplir la cláusula de confidencialidad que firmó con Moro cuando desembarcó en el Murcia.

La muestra más clara de que el mexicano no ha arrojado la toalla es que sigue en Murcia, trabajando en reconstituir su proyecto. Ayer se citó en el restaurante Casa Perela de Murcia con su abogado Alfonso León Lleó, integrante del bufete Ruiz Huerta y Crespo, conocido mundialmente por haberse encargado de depositar en la Liga la cláusula de 222 millones que el PSG francés pagó por el brasileño Neymar. El objetivo: seguir dando pasos firmes para restablecer sus derechos.

García de la Vega, pese a todos los ataques recibidos, sigue apostando por una solución dialogada, sin hacer más ruido ni más daño a un club que considera suyo y al que no quiere que se perjudique más su imagen. Es partidario, incluso, de someterse a la mediación y al arbitraje que propuso parte del Consejo ante cualquier órgano o profesional cualificado, aunque entiende que Raúl Moro no está por la labor. «Si no está de acuerdo con lo que firmó, solo tenemos que sentarnos y lo discutimos, pero no hay que poner por delante al club», ha dicho el mexicano a sus allegados. También asegura que el contrato entre ambos es privado, entre particulares, y por eso no hay que meter al Murcia por medio.

Segunda venta sin efecto

Respecto a la aparición de Gálvez Brothers, De la Vega ha asegurado en sus círculos cercanos que «nadie puede vender la misma cosa dos veces», en relación a una segunda venta del Murcia por parte de Moro a la firma oriolana (la primera fue a él). El mexicano también asegura que «por el hecho de que una parte rescinda de forma unilateral un contrato, no significa que haya quedado sin efecto», en relación a la presunta revocación que hizo Moro del contrato entre ambos del alquiler con derecho a compra del Murcia.

El mexicano, que está dolido por la destitución de un Pedro Gómez Carmona que cobraba la mitad de lo que perciben muchos futbolistas de la plantilla grana, espera una solución en los próximos días. Está pendiente de cerrar dos conciertos más en la Nueva Condomina, tras el de Luis Miguel del 7 de julio. Pese a todo, no quiere ni oír hablar, de momento, de solicitar medidas cautelares ante el Juzgado de Primera Instancia para recuperar a las bravas las llaves de la Nueva Condomina. Tampoco ha pensado aún en impugnar la Junta del próximo 11 de abril, a la que pretende acudir como máximo accionista del Real Murcia. Y es que, de momento, los ataques de Moro no han alterado el pulso a García de la Vega.

Fuente: La Verdad

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