martes, 27 de septiembre de 2016

El Murcia recibió anoche la adhesión de Paco Casal al nuevo convenio

Guillermo Martínez Abarca puede respirar tranquilo. En la noche de ayer consiguió reunir sobre la bocina las adhesiones necesarias (un 60% de la deuda ordinaria) para sacar adelante el nuevo convenio de acreedores del Murcia y hoy las presentará en el Juzgado Mercantil número 1 de Murcia, en el último día estimado para hacerlo. Si la jueza María Dolores de las Heras dice que todo está en orden, el Murcia habrá dado un paso de gigante hacia su salvación. Paco Casal envió ayer los documentos vía correo electrónico desde Uruguay, apurando hasta el último minuto, y manteniendo en vilo al presidente grana y al gerente Víctor Alonso, que estuvieron ayer hasta las nueve de la noche en las oficinas de la Nueva Condomina.

Jesús Samper diseñó un plan de pagos de cinco años de duración para abonar la deuda ordinaria en el concurso de 2010, pero no cumplió su palabra. Tras solo cumplir con el primero de ellos, el club grana vivió los siguientes años pendiente de que los acreedores insatisfechos no pidieran la liquidación. Hasta que en septiembre de 2014 la reforma de la ley concursal abrió una puerta para las empresas que habían incumplido sus convenios. Como medida excepcional, les permitió a diseñar un nuevo plan de pagos antes de dos años con la condición de que convencieran a acreedores que sumaran el 60% de la deuda ordinaria. Y Abarca, en otro salto mortal, ha aprovechado la vía de escape para despejar el horizonte de un club que estaba a un paso de la liquidación.

Los adheridos
Jesús Samper comenzó a diseñar un nuevo convenio antes de fallecer y Martínez Abarca retomó su plan para pagar en cinco años los 14,9 millones de deuda concursal que actualmente tiene el club y que son solo una parte de los 44,6 millones de su deuda total. Entre Samper, antes de diciembre de 2015, y Abarca convencieron a la Liga y el G-30, la empresa de representación Bahía Internacional y exgranas como Lucas Alcaraz y Álvaro Mejía. En la lista de adheridos, además de otros futbolistas como Iban Cuadrado y Samuel Baños, también están empresas murcianas como Venta Alegría, a la que el club grana adeuda sumas importantes de dinero. Pero faltaba Casal, clave por sus 3,3 millones de deuda. Con su firma, todos los acreedores ordinarios tendrán que asumir ahora el nuevo convenio en el que el club grana no pagará nada de esta deuda mientras esté en Segunda B, el 20% anual de la misma si sube a Segunda y el total de lo que quede de los 14,9 si hay ascenso a Primera.

De no ser por el trabajo de Abarca y su Consejo, el panorama ahora sería aterrador. Sin el nuevo convenio, el Murcia hubiera estado en la cuerda floja a partir de mañana. Para empezar, algunos de los los casi 200 acreedores ordinarios que tiene el club podrían solicitar la liquidación de la entidad por incumplimiento de convenio y al Murcia no le hubiera quedado más remedio que ir tapando agujeros continuamente con cantidades difíciles de asumir para un equipo de Segunda B. Es verdad que estos no pidieron la liquidación durante el último año que también estaba incumplido el convenio, pero también es verdad que muchos de ellos estaban esperando a la aprobación del nuevo.

Además, el Murcia estaba muy amenazado por Hacienda, que independientemente de los más de 10 millones que le debe el club englobados en la deuda privilegiada, ya demandó al Murcia el pasado mes de junio por incumplimiento e impago de los 389.000 euros de deuda ordinaria incluida en los 14,9 millones de la cantidad que se va a aplazar y que a partir de ahora se pagará en cinco años. El fisco, al tratarse de una entidad pública, no entiende de sentimientos como los otros acreedores y demandó al club grana sin esperar la llegada de un nuevo convenio. Si el Murcia saca definitivamente el nuevo, la demanda de Hacienda quedará sin efecto y los 389.000 euros se incluirán dentro del nuevo convenio. De no haber sido así, la demanda hubiera seguido adelante y la jueza, una vez que comprobara el incumplimiento, tendría, de oficio y según el artículo 143.1.5 de La Ley concursal, que haber abierto la fase de liquidación.

Un mes sin Cuero
En lo deportivo, el choque en Los Barrios frente al Linense ha dejado más secuelas aparte de la pérdida de los tres puntos. Cuero, que se retiró lesionado, sufre una rotura de fibras en el isquiotibial de su pierna izquierda y será baja un mes. Esta semana el que vuelve es Morante.


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