miércoles, 24 de agosto de 2016

Las «señales» que mosquean a Armando

Casi todos los jugadores de la primera plantilla del Real Murcia están a muerte con la propuesta futbolística de Paco García. Su método y su forma de ver el fútbol, con la posesión y el juego de toque siempre como primera opción, encaja, a priori, con los jugadores jóvenes que han llegado a la plantilla y también con futbolistas más veteranos como Pumar, que se siente como un niño con zapatos nuevos esta temporada. Pero, entre tanta alegría y tanto buen rollo, hay un jugador que lo está pasando verdaderamente mal y que se considera desplazado en este nuevo proyecto.

Se trata de Armando, un futbolista que ha pasado de ostentar todos los galones con José Manuel Aira a ser un soldado raso con su nuevo técnico, uno más dentro del grupo. Hace dos temporadas llegó al club grana desde La Hoya avalado por el técnico leonés y, sobre todo, por Óscar Sánchez, el que más fuerza hizo para que se consumara su fichaje. Los dos tenían mucha confianza en él. El pasado verano, incluso, ambos posicionaron a Armando por delante de Acciari (había sido el máximo goleador el año anterior) en sus preferencias a la hora de elaborar la plantilla, obligando a retirarse al argentino contra su voluntad al argumentar que este le cerraba el paso al propio Armando, que se sentía cohibido al lado del actual técnico del Imperial.

También en el verano de 2015 el centrocampista formado en el Plus Ultra recibió una oferta del Leganés, entonces en Segunda, pero prefirió quedarse en casa ya que el Murcia le hizo uno de los contratos más altos de la plantilla, con unos emolumentos que aún mantiene en el año de contrato que le resta por cumplir. El problema ahora es que tanto Óscar como Aira, sus valedores, ya no tienen presencia en el primer equipo grana y Armando no es tan importante para el juego de Paco García, antagónico al de su antecesor. El primero se ha ido al Albacete y el segundo será el encargado de implantar una metodología de trabajo en las bases, aunque no tendrá llegada a la primera plantilla.

La secretaría técnica liderada por Fernández Romo es conocedora del problema que tiene entre manos. Primero pidió a Armando que se bajara el sueldo y se lo equiparara al de la mayoría de sus compañeros, que no llega en la mayoría de los casos a los 30.000 euros brutos, pero Armando dijo que no. Después le ha abierto la puerta en varias ocasiones, haciéndole ver que lo mejor es que busque acomodo en otro equipo en el que tenga un papel más importante que en el nuevo Murcia. Sería la mejor solución para las dos partes. Además, para el puesto de Armando el nuevo Murcia ha realizado varios fichajes como Jon Iru, Adrián Cruz, Diego Benito y Rubén Ramos, lo que acota aún más sus posibilidades de jugar.

La mayor indirecta
Según el jugador, no paran de llegarle «señales» desde el club grana de que no cuentan con él y tiene la sensación, según le dice a sus allegados, de que todos en la Nueva Condomina le han hecho el vacío. La prueba a la que se agarra es que ha pasado de ser uno de los capitanes a quedarse sin brazalete tras la designación como capitanes este verano de Sobregrau y Pumar, dos jugadores que llevan en la plantilla grana el mismo tiempo que Armando, y también la de José Ruiz, que el año pasado no ostentó este cargo.

Armando se ha rebelado en algún entrenamiento con su técnico y está dispuesto a marcharse, siempre que no pierda dinero y lo haga a un club que esté cerca de su casa. El hecho de que el mercado de fichajes quede zanjado definitivamente el 31 de agosto hace que tanto la entidad grana como el propio jugador no se cierren en banda a esta posibilidad, que cada vez va tomando más forma en la cabeza del propio jugador. Armando ni siquiera estaba contento tras los 16 minutos que jugó ante el Mérida, ya que sintió que había saltado al campo porque no había más opciones.

Fuente: La Verdad

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