martes, 10 de mayo de 2016

Carta de despedida de José Manuel Aira

Buenas tardes a todos:

Gracias por asistir a esta rueda de prensa, esa que siempre tengo presente y a la que siempre he tenido y tendré miendo porque sólo así evitaré que se convierta en realidad, algo que este año no he podido conseguir.

Me gustaría empezar mandando un abrazo y toda la fuerza del mundo a Javier Orive, él envió su penúltimo mensaje de apoyo (porque espero que pronto escriba muchos más) hacia el equipo y hacia mi persona, y como todo, lo ha hecho con respeto para decir lo bueno y lo malo. Fuerza y ánimo a él, a su mujer e hijos en estos momentos tan duros.

Agradecer a los medios de comunicación su respeto en cada opinión y en cada crítica, positiva o negativa, igual que yo he hecho en cada pregunta respondida.

Desear toda la suerte del mundo a José Luis Acciari, su suerte será la del Real Murcia, y espero y deseo que esa suerte nos lleve a Segunda División, donde este Club y estos jugadores merecen estar.

Dicho esto comienzo con los agradecimientos, y lo hago en primer lugar con quien hizo posible que mi familia y yo hayamos podido conocer y disfrutar cada día de nuestra estancia en Murcia y en el Real Murcia:
  • A Chuti Molina por su atrevimiento, por dar a alguien desconocido la oportunidad de entrenar a un club que se había quedado a las puertas de ascender a Primera División. Yo nunca olvido, y siento que ese camino no haya tenido el final que los dos habíamos soñado. ¡Gracias!

  • A Víctor Alonso, por su apoyo a la decisión de Chuti, y opr estar a mi lado cada día, cada minuto y cada segundo de estos casi dos años. Sólo tú y yo sabemos las dificultades que hemos superado, siempre mirando hacia delante y con ganas de avanzar. Tu entrenador pasa a partir de hoy a ser tu amigo. ¡Gracias!

  • A mi presidente Don Jesús Samper (DEP), que ratificó y dio el ok a la propuesta de Chuti y Víctor a dar los mandos de un club con más de 100 años de historia a un entrenador del cual no había oído hablar nunca y del que no conocía nada. Él apoyó todas y cada una de mis decisiones y siempre tenía ese mensaje de ánimio en los momentos malos, nunca me envió un mensaje después de una victoria, y sí siempre después de una derrota. Él que vino a comer y a tomarse una copa conmigo y con los capitanes después de jugar contra La Hoya y ponernos últimos, y se fue sin darme la enhorabuena por estar líderes. Gracias y siento no haberte podido dedicar lo que prometí en silencio en tu despedida.

  • A todos y cada uno de los empleados de las oficinas del club, que desde el primer día me han hecho sentir importante, por momentos abrumado por tanta atención. A los que están y a los que no están (Esther, Marta, Antonio Ruiz). Gracias especiales a mis dos acompañantes en cada rueda de prensa o acto del club: José Manuel y María José, será difícil olvidar tantos momentos juntos. Gracias Damián por esos cafés de los lunes que me ayudaban a mantenerme alerta.

  • A todo el personal deportivo que ha convivido cada día, cada viaje, cada partido, cada sesión: Tavira y Rubén, los dos utilleros más profesionales que he conocido, y a los que no logré convencer para que no me tratasen de usted. A los jardineros; Joaquín, Antonio y Álvaro, a los que tanto he apretado y exigido cada día con una de mis pasiones, el verde. A mis doctores Santiago Godoy (nunca olvidaré esa foto tirado en la nieve en uno de esos viajes por el norte a las 5 de la mañana), a Paco Martínez, de los mejores profesionales que puede haber en la traumatología mundial. A Domingo y Morillas por su colaboración y ayuda para que mis jugadores pudiesen entrenarse y competir al máximo cada día. A mis fisios, Óscar y Criu, profesionales como la copa de un pino y sobre todo leales a mi manera de entender esta profesión. A mi delegado de campo Juan Pereñiguez por su ayuda y por los buenos momentos vividos y risas juntos. A mi delegado Antonio Morote por su compañía diaria durante esots dos años. El fútbol nos ha permitido conocernos y la amistad permitirá que sigamos viéndonos y riéndonos cada instante. A mi cuerpo técnico: Avelino Viña por su profesionalidad y fidelidad (las mañanas no serían lo mismo sin tus manías), a José Antonio, mi recuperador, profesionalidad y lealtad hasta límites insospechados (que pena no tenerte en mi época de jugador, mi carrera lo hubiese agradecido). Y a mis dos compañeros de viaje: mi segundo Óscar, por su ayuda diaria y predisposición a ayudar y a sumar al trabajo a pesar de muchas situaciones que nosotros conocemos. Espero haberte aportado algo (por lo menos ayudarte aque no hayas perdido nada) Gracias. Y a mi pequeño, pero gran profesional, Morga. Dicen que los buenos perfumes siempre vienen en frascos pequeños, a ti te pasa lo mismo, tu exigencia diaria me ha hecho crecer cada día. ¡Gracias vinagre!

  • Y por último, a los que considero que son lo más importante de este juego. El fútbol es tan grande que se puede jugar sin entrenador, sin árbitro, hasta sin porterías, pero nunca sin un balón y sobre todo sin ellos: los jugadores. Espero haber dejado algo que os sirva para ser mejores, porque vosotros a mi así lo habéis hecho cada día que hemos estado juntos. Os pido que disfrutéis y que luchéis por ese objetivo que nos queda por cumplir. ¡Gracias!

  • No puedo dejar de acordarme de nuestra afición, siempre presente en cada partido, fuera o en casa, incluso jugando ante el Tropezón, Langreo o Somozas…. y a los que se mojaron en el partido de La Hoya para ver como su equipo se ponía último, pero que estuvieron también el día del Betis para alentar y apoyar para que su equipo comenzase a crecer. A todos, a los que apoyan, a los que no, todos se merecen mi agradecimiento porque todos me han hecho mejor. ¡Gracias!

  • Y en lo personal a mis dos familias, una adoptiva: Miguel Albiol, gracias por lo que me diste como jugador a mi y a tu club, arriesgando mucho tu salud, y gracias por lo que has aportado y aportas como persona y amigo. A tí Susana por tu amistad y por hacer que Rocío se sienta apoyada en cada momento. a mis peques Thiago y Daniela porque ellos han hecho más fácil la adaptación de los míos. Nos quedan muchas alegrías y alguna tristeza que compartir. ¡Gracias!

  • Y a mis tres pilares, fundamentales en mi vida: a tí Rocío, porque eres la gran culpable de haber podido vivir juntos esta fenomenal experiencia, ya que fuiste la primera que me hizo ver que no podíamos dejar al Real Murcia abandonado aquel día que se confirmó la triste noticia del descenso. Tu apoyo ha sido, es y será fundamental en mi camino profesional. Ahora podremos hacer más cosas juntos y ya no tendrás que girarte para hablar conmigo y en lugar de mi cara ver la parte de atrás del ordenador. ¡Te Quiero!

  • A mis enanos: Nai, a la que su compromiso con el entrenamiento hoy le impide estar aquí (se toma al pie de la letra el lema de su padre: ‘cada sesión es imporante’) y a mi pequeño Asier, a los dos os prometí que iba a cumplir con aquel dibujo con el que me recibistéis al regreso de aquel fatídico viaje a Madrid: “Vas a ascender al Real Murcia, papi. Te queremos”. No ha podido ser, pero estoy satisfecho de como lo hemos intentado. Os quiero y os adoro.

Y así termino. Aira se va como vino, sin hacer ruido. Prefiero que ese ruido lo haga mi trabajo. El Aira entrenador del Real se termina y nace el Aira aficionado, murcianista que siempre sumará, nunca restará y más en los malos que en los buenos momentos.

¡¡GRACIAS. VAMOS REAL, HASTA EL FINAL!!

Fuente: Real Murcia

No hay comentarios:

Publicar un comentario