Y es que, hasta el momento, una de las virtudes del Real Murcia, quien todavía anda atando cabos, es la gran igualdad que hay en la plantilla. Se demostró cuando Sergio García y Germán, dos de los que partieron como suplentes en el comienzo de la competición, enseñaron la patita para ya no salir del once titular; y se volvió a hacer evidente en la tarde de ayer cuando Sergi Guilló y Tomás Ruso, novedades en la alineación, demostraron a Aira que ellos también quieren seguir sumando minutos.
El centrocampista ilicitano, que no había disputado ni un segundo desde la primera jornada frente al Marbella, no desafinó en el reto que le había ordenado su entrenador, que ayer decidía darle el control del centro del campo en destitución de Armando, hasta este encuentro el 'niño mimado' de Aira. Tampoco defraudó en el Ramón de Carranza Tomás Ruso. El central, marcado por los errores defensivos en las primeras jornadas, llevaba cuatro partidos sin disputar un minuto. La expulsión frente al Linares de Jaume le volvía a abrir la puerta de la titularidad –solo lo había sido ante el Marbella, encuentro en el que vio tarjeta roja, y frente a La Hoya–, y el alicantino, junto a Satrústegui, no dio facilidades a los atacantes del Cádiz.
Aunque José Manuel Aira no suele hablar públicamente del trabajo individual de sus jugadores, después de la victoria en el Ramón de Carranza si quiso destacar «el rendimiento de la gente que no venía entrando», mostrándose «muy contento» con el trabajo de Sergi Guilló, al que alabó por su disposición durante los entrenamientos de las últimas semanas. «Venía pidiendo a gritos tener una oportunidad», añadía sobre el ilicitano, que gana posiciones para hacerse con el puesto que hasta el momento tenía Armando de forma exclusiva. De hecho, el murciano, que el viernes se quedaba fuera de la lista para viajar a Cádiz, había sido titular en las siete primeras jornadas, algo que pocos entendían vista su nula aportación al juego grana en lo que va de campaña.
De momento, el plan de Aira de tener motivados a sus jugadores, algo que ya hizo el pasado curso, está dándole resultado, demostrando la igualdad y las grandes posibilidades que existen en la plantilla. El único que de momento está a salvo de las rotaciones es el meta Fernando, quien lo ha jugado todo, incluso la Copa del Rey. Una situación ideal para un jugador que ya ha demostrado que no sabe aceptar la suplencia.
Fuente: La Opinión
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