-¿Cómo es La Hoya?
-Es un grupo de empresarios que ha enfocado el club como una empresa. Ahora lo van a constituir en sociedad anónima, lo que les va a permitir mirar al futuro con optimismo durante, al menos, cinco años. Les gustaría tener más socios, pero ya tienen más que en los dos últimos ejercicios. La gente estaba el domingo muy animada. Había mucho ambiente. Es gente trabajadora y muy tranquila. Cada uno tiene su parcela y trabaja en ella. Es un club muy a la inglesa, donde el técnico trabaja con libertad.
-¿Nada que ver con el Murcia?
-Son clubes diferentes, con estructuras diferentes. El Murcia viene de la élite, del fútbol profesional, pero no sabe qué camino quiere elegir. Tiene escudo, potencial e historia, pero no hay un plan que no se base en el domingo a domingo. No hay paciencia porque no hay una idea. En cambio, en La Hoya, con sus limitaciones, saben lo que quieren, y como conseguirlo.
-Complete la frase. La Hoya tiene equipo para...
-Para competir en cualquier campo de la categoría. No me marco objetivos. Me centro en el proceso, en crecer como colectivo. Somos un grupo que sabe trabajar y que sabe sufrir al mismo tiempo.
-El que tiene la presión el próximo domingo es Aira.
-No. Nosotros también la tenemos. Siempre tiene que haber presión en el deporte, entendida como competición y como ganas de hacer las cosas. Se trata de fusionar la cabeza con el corazón. Saber hacer las cosas y actuar con emoción y sentimiento.
-El pasado sábado presenció el partido del Real Murcia, ¿qué le pareció su próximo rival?
-El Real Murcia está en fase de construcción, de ver a qué juegan realmente. En los equipos grandes es normal tener esa situación de estrés. Como el Cartagena, el Recreativo y el Cádiz, igual.
-El partido ante la entidad a la que perteneció usted hasta hace unos meses tiene morbo. Por lo menos es lo que parece desde fuera.
-Más que morbo, es un partido bonito. Nosotros nos enfrentamos al equipo a batir en la Región, por historia y por potencial. Para mí también será especial, sin duda.
-¿Tuvo problemas para trabajar en el Imperial la pasada campaña?
-El año del Imperial fue magnífico. Con nuestras limitaciones, fuimos un buen equipo. No tuve ningún problema ni con los directivos ni con el cuerpo técnico del primer equipo. Me trataron muy bien. Hubo buena comunicación entre Aira y yo. La carencia de instalaciones para alojar su estructura es el gran problema del Real Murcia. Pero puso a nuestra disposición Cobatillas y la Nueva Condomina. La directiva entendió que el Imperial era importante para el club.
-Parece inexplicable que el Murcia no tenga ciudad deportiva.
-En los momentos buenos muchos equipos aprovecharon para crear sus instalaciones y cuidar su fútbol base. Fue el mayor error del Murcia, que no apartó una mínima parte de todo el dinero que gastó para dedicarlo a su estructura.
-¿Se puede solucionar? ¿Qué tiene que hacer el club para ser el nuevo Villarreal?
-Más que lo económico, importa la idea, saber por qué se quiere apostar. En Murcia hay jugadores tan válidos como los que pueda haber en Madrid, Gijón y Barcelona, pero hay que apostar por ellos y trabajar con ellos.
-¿Qué le parece que le sustituyera Acciari en el Imperial?
-Es bueno que jugadores tan importantes como José Luis en el Real Murcia puedan aportar su granito de arena. Como entrenador tendrá que adquirir su experiencia. Lo conozco, se ha estado formando, incluso fue alumno mío. Lo tiene todo para triunfar también en los banquillos.
-¿Los exjugadores le están cerrando el paso a los entrenadores que no han sido futbolistas?
-Por el hecho de tener muchas lesiones no vas a ser un buen traumatólogo. Te vale la experiencia, pero también necesitas formación. Hay excelentes técnicos que no han sido futbolistas. También es importante darles la oportunidad.
-Usted es entrenador vocacional, cuéntenos la historia de su relación con Lucas Alcaraz.
-Lo conocí en Granada cuando estudiaba la carrera de Educación Física. Tenía claro que quería ser entrenador y comencé a colaborar con él cuando entrenaba al Granada. Fue a mediados de los noventa. Cuando acabé la carrera volví a Murcia y él fichó por el Recreativo de Huelva. Me llamó y me pidió que me fuera con él a trabajar en Segunda. En aquella Segunda, además del Recre, estaba el Murcia de Mel, el Atlético de Madrid, el Betis, el Sevilla etc. Quedamos cuartos, pero decidí seguir mi camino en solitario para ser primer entrenador. Sé que si hubiera seguido con él, no sería ahora primer entrenador. Aunque él quería que me quedara. Creo que fue una decisión valiente, pero la gente me dijo que estaba loco. También tuve ofertas ese año para trabajar en equipos de Primera, como el Sporting, el Levante y el Elche, pero decidí bajar a Tercera para empezar mi propia carrera. Fue mi decisión y no me arrepiento.
-¿Creyó al final de la pasada campaña que podía entrenar al Murcia esta temporada?
-Uno siempre tiene esa ilusión. Hubo un momento en que, más que por mi parte, por la prensa y entre la gente, sonaba mi nombre. Cuando uno se ve en los periódicos y en las radios, se ilusiona. Pero es una plaza muy importante. Entiendo que apostar por el entrenador del filial era arriesgado.
-¿Se veía capacitado?
-Si estoy aquí es porque me veo capacitado para entrenar a cualquier equipo, incluido el Murcia.
-¿Espera hacerlo algún día?
-Sí. Soy de Murcia, del barrio del Carmen. ¿Porqué no? Claro que me gustaría. Soy murciano y fui socio del Murcia. Verse en el equipo de tu Región ilusiona.
Fuente: La Verdad
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