martes, 15 de septiembre de 2015

La tranquilidad se encuentra en casa

La victoria del domingo contra el filial del Betis ha llevado algo de tranquilidad a la afición del Real Murcia después de un inicio de Liga para olvidar en el que los pupilos de José Manuel Aira han necesitado llegar a la cuarta jornada para estrenar su casillero de triunfos. En cualquier caso, el hecho de que los granas vayan a disputar dos encuentros consecutivos en Nueva Condomina debe servir como punto de inflexión para despejar todavía más las dudas generadas de forma razonable en los primeros compromisos oficiales. Si los murcianistas han pasado de ser colistas al puesto duodécimo solo con tres puntos, una victoria el domingo frente al Melilla supondría un verdadero espaldarazo para una plantilla que necesita que los buenos resultados tengan continuidad en el tiempo para evitar que la grada espere ya de antemano a los jugadores con el cuchillo entre los dientes.

Y es que antes de saborear la dulzura del triunfo, los jugadores de José Manuel Aira se habían plantado en la cuarta jornada del campeonato de Segunda B con un pobre punto en su renta particular. Todos los aficionados sabían que las dudas que existen sobre el nuevo proyecto, por muchas discrepancias que existan, no eran para estar ocupando el último puesto del grupo cuarto, por lo que los tres puntos ante el filial del Betis dejan el trabajo solo a medio hacer, ya que se presenta imprescindible superar el domingo al Melilla para aclarar el panorama y seguir mostrando la evolución de algunos jugadores que poco a poco van justificando su llegada a la centenaria entidad.

Teniendo en cuenta que José Manuel Aira es un entrenador que no tiene problemas en reconocer que realiza modificaciones casi semanalmente, siempre en función de las características del rival, sería una osadía aventurar lo que puede pasar en la convocatoria del próximo fin de semana, aunque el partido frente al Betis sí que ha generado una serie de preferencias entre los abonados murcianistas.
Dando por hecho los numerosos cambios que las alineaciones de José Manuel Aira han ido sufriendo jornada tras jornada, algunos jugadores ya se han ido postulando como los preferidos de la grada. En el apartado del apoyo popular está claro que los tres canteranos que juegan y forman parte del primer equipo, el portero Fernando y los centrocampistas Arturo e Isi, son el ojito derecho de la grada por tratarse de gente joven de la Región. Sin embargo, ya metidos en el tema de renovaciones e incorporaciones, dos jugadores tuvieron una buena puesta en escena en el partido contra el filial verdiblanco. El santanderino Sergio García, cedido por el Eibar y quien exhibió la calidad de su pierna izquierda en la derrota copera frente al Cádiz; y el catalán Alejandro Chavero han conseguido con mucho esfuerzo ganarse casi seguro el cartel de intocables, al menos por ahora.

El extremo Sergio García ha resultado un alivio por sus centros desde la banda izquierda y encima todos confían en que con más partidos en las piernas, puede incluso mejorar algunos aspectos como su punta de velocidad. Con el caso de Chavero había más expectación y prisas porque fue un jugador destacado en la plantilla del UCAM de la última campaña y todavía no había mostrado más que destellos de ser un jugador con oficio y con calidad. Pero ayer fue un paso más adelante, ya que en un par de momentos de zozobra sí que tiró de su repertorio particular para darle al partido la pizca de pausa que requería en ese momento. Chavero, como hizo con los universitarios, es un futbolista que también puede caer a la banda y generar peligro desde el costado derecho, un lugar que ahora mismo ocupa un Javi López que está como Chavero hace dos jornadas, enseñando cosas de calidad, pero con falta de asumir riesgos si es necesario y poner también su clase al servicio de un equipo que continúa algo descabezado por el centro del campo. La principal prueba que convierte esta teoría en acertada es que tanto Carlos Álvarez como Azkorra, como hicieron el domingo, van a marcar goles si el equipo es capaz de arrinconar a sus rivales y mostrarse superior donde se ganan los partidos, en la zona más ancha del terreno de juego.

Después de perder contra todo pronóstico en casa del Marbella, empatar en el primer partido de Nueva Condomina contra el Villanovense, caer eliminado frente al Cádiz a las primeras de cambio en la Copa del Rey y salir con las orejas agachadas de casa de La Hoya Lorca en el derbi regional de hace dos semanas, nada podía ser mejor para los intereses de José Manuel Aira y su equipo que conseguir tres puntos llegaran cómo llegaran. Todo el vestuario coincidía a lo largo de la semana en la importancia de conseguir la primera victoria, primero por los aficionados y también por ellos, pero sobre todo por intentar convertirla en un punto y aparte, que deje atrás los malos resultados.

Las paradas del guardameta Fernando, el cambio radical (para mejor) de José Ruiz en apenas dos jornadas, que la pareja Satrústegui-Sobregrau vaya ganando confianza en el centro de la zaga y que los delanteros encima hayan visto puerta son motivos más que alentadores para una afición que no se creía lo que estaba viendo en el arranque del campeonato. Ahora falta ganar el domingo para que la victoria sobre el Betis tenga todavía más valor y sentido.

Fuente: La Opinión

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