miércoles, 25 de marzo de 2015

La Liga sopesa suspender los descensos administrativos por deudas con Hacienda

La Liga de Fútbol Profesional tiene previsto ofrecer a los clubes agobiados por las deudas con la Agencia Tributaria una moratoria ante el retraso que acumula el Real Decreto imprescindible para regular la venta centralizada de los derechos de televisión. La asamblea de este organismo, convocada para hoy, puede dar pasos en esta dirección a fin de aliviar la situación de algunas entidades que, como el Sporting, están atenazados por las cantidades que deben a Hacienda. La iniciativa, de adoptarse, dejaría sin efecto la cláusula de obligado cumplimiento para todos los clubes de estar al día con la Agencia Tributaria como premisa indispensable para competir en la Liga. En resumen, ningún club sufriría un descenso administrativo, como ocurrió con el Murcia, la pasada temporada.

Esto provoca que muchas entidades se aferren como un clavo ardiendo a la venta centralizada de los derechos de televisión. En las últimas dos décadas, los equipos han negociado de forma individual, con ventas conjuntas puntuales en el caso de los equipos de menor tamaño.

Después de varias idas y venidas, la patronal del fútbol y el Gobierno acordaron un nuevo concierto para evitar que la brecha entre grandes y pequeños siga creciendo. El pacto, que debe articularse a través de un Real Decreto Ley para garantizar su cumplimiento, fija un nuevo modelo basado en la centralización de la comercialización de los derechos. Dicho de otra manera, los clubes los cederán a la LFP para que sea este organismo el que negocie su venta de manera conjunta.

Reparto de ingresos
La norma en la que trabaja el Gobierno, que entraría en vigor dentro de dos temporadas, prevé que la mitad de lo que se recaude se reparta solidaria y proporcionalmente entre todos los clubes. Del 50% restante, la mitad se repartirá según el palmarés y la otra mitad en función de las audiencias y los impactos publicitarios generados por cada club. Solo una excepción: en el reparto ya está previsto que Real Madrid y Barcelona mantengan 140 millones anuales. Con este punto de partida, la Liga espera recibir el primer año 1.100 millones con la venta centralizada frente a los actuales 840 millones. La idea de la Liga es que en la temporada 2019-2020, al final del primer contrato, esta cifra alcance los 1.500 millones.

Las cifras seducen a los clubes. Muchos de ellos, conviene no olvidarlo, fían su salvación económica a los ingresos que salgan de este acuerdo. Es el caso del Sporting. En la planta noble de Mareo saben que las cantidades que la entidad percibiría por la venta de sus derechos televisivos permitiría sacar la cabeza del pozo financiero y evitar un hipotético descenso administrativo. «No solucionaría todos los problemas pero sería una inyección económica muy importante», explicó en alguna ocasión Javier Fernández, representante del máximo accionista en el consejo y vicepresidente del Sporting. La Liga, incluso, planteó usar el contrato de la venta de los derechos como aval para solicitar un crédito que permitiría a los clubes disponer de garantías de pago respecto a las deudas con la Agencia Tributaria .

Sin embargo, la Liga y los equipos se han encontrado con un inesperado obstáculo: el retraso en la aprobación del Decreto. Esta tardanza provoca inquietud en la Liga, que intuye en esta actitud un intento del Ejecutivo y en concreto del Secretario de Estado para el Deporte, Miguel Cardenal, de querer manejar el fútbol español. El enfrentamiento ha llegado a tal extremo que dos enemigos que, hasta ahora, eran irreconciliables como Javier Tebas, presidente de la LFP, y Ángel María Villar, presidente de la Federación Española, se han puesto de acuerdo para hacer un frente común contra Cardenal.

A expensas de conocer los movimientos del Gobierno, la patronal está dispuesta a colaborar con sus asociados tendiendo puentes con los acreedores para que el retraso no amenace su supervivencia. En el caso del Sporting, por citar un ejemplo, la Liga podría interceder y ofrecer una moratoria al club hasta que reciba los ingresos por la venta de sus derechos de televisión y pueda, así, hacer frente a su deuda con Hacienda que, cabe no olvidarlo, fue la primera razón por la que la LFP dejó al club gijonés sin posibilidad de hacer incorporaciones esta temporada.

Fuente: El Comercio

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